Gertz Manero, sin cabida en la 4T
OR MÁS QUE la llegada de Andrés Manuel López Obrador al gobierno haya aminorado el descrédito en que viven las instituciones, con la idea de que la Cuarta Transformación sería el remedio para hacer que se viva dentro de la honestidad que requiere el país, las acciones que emprenden algunos de sus colaboradores hacen dudar que ese cambio, tan esperado y necesario, pueda darse.
EL NUEVO FISCAL general de la República, Alejandro Gertz Manero, en ese contexto debe renunciar al cargo cuanto antes. Su nombramiento por el Senado goza de la opacidad y la duda que sólo en los gobiernos del PRI y el PAN se podían permitir, y que, como dijimos, sólo sirvieron para debilitar a las instituciones.
EL CASO AL que nos referimos es de la mayor importancia, no sólo porque inaugura una nueva forma de buscar la justicia, sino porque empaña tal vez la línea más delicada del discurso del presidente de México: la honestidad.
DESDE LUEGO, NO nos referimos a que Gertz tenga bienes mal habidos, sino a la forma en que se dio, como ya dijimos, su nombramiento. Es importante advertir que en este espacio supusimos que el fiscal, al enterarse que Ricardo Monreal lo señalaba como electo sin que las votaciones se hubieran dado, era motivo suficiente para hacer valer la honestidad que pregona el gobierno actual y bajo esa premisa dejar el puesto.
CON ESA IDEA dejamos pasar el tiempo, a la espera de que Gertz reflexionara y, decidido a limpiar la duda, pusiera sobre la mesa su dimisión al cargo, que cuando menos hoy carece de la legitimidad que dan los procesos transparentes.
CLARO QUE GERTZ no tiene culpa o no toda. Por ello es necesario recordar que en redes sociales Ricardo Monreal decía, mientras los candidatos comparecían y la votación aún no se daba, que “en el Senado mexicano los grupos parlamentarios alcanzamos el consenso para elegir al doctor Alejandro Gertz Manero como fiscal general de la República. Celebramos esta decisión mayoritaria y tenemos la certeza de que su labor será siempre
en favor de la transformación de México”.
EL ACCIONAR DE Monreal no debe espantar a nadie, él actúa así; no conoce ninguna otra forma de hacer política y el acudir a los “consensos” que él “logra” no es más que advertir que eso de la Cuarta Transformación es una idea que habrá de efectuarse bajo la sombra de ese tipo de “consensos”, es decir, no avanzamos.
POR SU PARTE, el fiscal general de la República, que también sirvió a los intereses de Vicente Fox y su gobierno, debería tener en cuenta que los hechos le restarán credibilidad a un esfuerzo de todos los habitantes del país por generar un cambio con el que por lo visto él no está de acuerdo.