Reforman ley para reducir tráfico ilegal de especies
“Una cámara absolutamente silvestre”, celebra Muñoz Ledo tras aprobación unánime en San Lázaro
La Cámara de Diputados aprobó una reforma a la Ley General de Vida Silvestre con la finalidad de precisar los requisitos que deben acreditar quienes se dediquen a la comercialización de ejemplares.
La reforma, que se turnó al Senado, prevé que en los documentos de remisión o factura de venta deberá indicarse el género, especie y en su caso subespecie, como forma de evitar el tráfico ilegal.
Actualmente, la citada ley sólo obliga a incluir en la documentación el género o la especie, y desde la perspectiva de los grupos parlamentarios, esa opción permite una laguna que ayuda al comercio ilegal, que a escala mundial representa 20 mil millones de pesos anuales.
El dictamen aprobado por unanimidad de 452 votos de “una cámara absolutamente silvestre”, como la definió Porfirio Muñoz Ledo (Morena), refiere que actualmente incluir el género o la especie que se comercia constituye “un requisito que queda sujeto a la libertad del inspeccionado para demostrar uno u otro elemento”.
Ello “genera un grave conflicto, pues al permitir esta ambigüedad se corre el riesgo de no especificar con exactitud el ejemplar de que se trata, pudiendo agravar o atenuar la conducta constitutiva de delito”.
La intención es que al obligarse a incluir el nombre científico de los ejemplares se eviten “las imprecisiones que implica el uso de nombres vulgares ante la comprobación de la legal procedencia”.
Los diputados explicaron que se trata de un cambio menor, pues resulta fundamental que no se opte entre la especie o el género, “en virtud de que ambos son requisitos indispensables para la validación y reconocimiento exacto del ejemplar de flora o fauna en cuestión”.
Porque, indica el dictamen de la Comisión de Medio Ambiente, “este pequeño recoveco seguirá siendo el espacio idóneo para evadir el cumplimiento… de la regulación nacional en materia de protección de la vida silvestre”.
La comisión alertó que la riqueza natural de México coloca al país en una posición privilegiada, pero también “juega un papel trascendente en la extracción y comercio lícito de vida silvestre”.
Se obliga a especificar el nombre científico de fauna y flora en compraventa