Colocan en fosa común restos de calcinados en Tlahuelilpan, Hidalgo
Previo a que se cumpla un mes de la explosión en un ducto de Petróleos Mexicanos (Pemex) en la colonia San Primitivo de este municipio, a causa de una toma clandestina que dejó más de 100 personas muertas, la mañana de ayer familiares de las víctimas colocaron en una fosa común las cenizas de cuerpos calcinados que aún se encontraban en las cercanías del lugar del accidente.
Desde temprano, en cuadrillas de trabajo, recogieron con picos y palas las cenizas que formaban siluetas humanas ennegrecidas, producto de la calcinación de la piel y grasa de las 68 personas que, según el recuento del gobierno de Hidalgo, fallecieron en ese terreno.
Mientras las cuadrillas recogían las cenizas en botes y cubetas, otro grupo abrió una fosa de unos cinco metros de ancho donde colocaron las cenizas, rociaron agua bendita y colocaron una cruz de cinco metros de largo y 17 crucifijos con fotografías y nombres de algunos fallecidos.
“La fosa es para depositar las cenizas de los personas que murieron aquí y que no sabemos ni siquiera quiénes eran”, dijo una mujer que desde el día de la explosión busca a su hijo.
En la canaleta de aguas de riego, donde se produjo la explosión, pusieron 15 cruces con los nombres de los difuntos. Sin embargo, uno de los familiares explicó que este lunes las van a colocar en la fosa que abrieron, porque “mañana la gente de Pemex va a sellar la toma y van a tapar la canaleta”.
Sin apoyos
“No lo busquen en ningún lugar. Él se quedo allí”, alcanzó a decir Luis Enrique Hidalgo Velasco de su hermano Mario, uno de los 50 desaparecidos.
A pesar de que Luis Enrique, de 22 años de edad, logró salir corriendo con girones de su ropa calcinados y empapado de combustible, murió 17 días después en el Hospital Magdalena de las Salinas del IMSS debido a las quemaduras, narró su madre, Ana Velasco.
En cuanto a los apoyos de 15 mil pesos ofrecidos por el gobierno federal para las familias de víctimas de la explosión, hasta el momento no han recibido el recurso.
María Elena Porras, quien también desconoce qué pasó con uno de sus hijos, narró que familiares de desaparecidos y muertos por la explosión han comenzado a recibir algunas despensas del sistema DIF estatal, pero sólo eso.