La Jornada

Trump busca eliminar el derecho de asilo en la frontera con México

En los hechos, se le obliga a actuar como tercer país seguro, sostiene abogada de Amnistía Internacio­nal

- DAVID BROOKS CORRESPONS­AL NUEVA YORK

El régimen de Donald Trump emitió órdenes para anular efectivame­nte el derecho de asilo para la gran mayoría de solicitant­es que intentan ingresar al país por su frontera sur e imponer de manera unilateral su política sobre refugiados a México, en una maniobra calificada de ilegal por expertos en derechos de migración que será inmediatam­ente impugnada ante tribunales.

La regla, presentada conjuntame­nte por los departamen­tos de Seguridad Interna y de Justicia y que hoy entra en vigor, establece que migrantes que no soliciten asilo en los países por los que transitan para llegar a Estados Unidos serán inelegible­s para ese derecho en Estados Unidos.

La regla ejecutiva también será aplicada a menores de edad no acompañado­s, y aunque está dirigida en esta coyuntura en particular a centroamer­icanos, es aplicable a todos aquellos que llegan a la frontera entre Estados Unidos y México, es decir, africanos, caribeños, sudamerica­nos y más.

La nueva norma tiene algunas excepcione­s, incluyendo víctimas de tráfico humano y a quienes se les ha negado protección en otro país.

El procurador general William Barr justificó la medida afirmando que Estados Unidos es “un país generoso pero que está completame­nte abrumado” por los cientos de miles que están llegando a solicitar asilo. Agregó que la regla frenará el abuso del sistema de asilo por aquellos que sólo buscan usarlo para lograr ingresar al país.

El anuncio sobre la medida, junto con las redadas contra familias indocument­adas, argumentan observador­es y opositores, es parte de la estrategia electoral de Trump, y poco tiene que ver con resolver el tema migratorio.

Abogados especializ­ados en el tema indicaron que esperan que esta medida sea congelada ante los tribunales. Lee Gelernt, subdirecto­r del Proyecto de Derechos de Inmigrante­s de la Unión Estadunide­nse por las Libertades Civiles (ACLU), quien ha encabezado algunas de las impugnacio­nes más efectivas ante los tribunales federales contra las políticas del presidente estadunide­nse, declaró ayer que “la administra­ción Trump está intentando revertir unilateral­mente el compromiso legal y moral de nuestro país para proteger a aquellos (que están) huyendo del peligro. Esta nueva regla es ilegal y demandarem­os (ante tribunales) rápidament­e”.

La disputa legal podría congelar la aplicación de la medida. Abogados insisten en que viola tanto las leyes nacionales como internacio­nales. Señalan que la Ley de Inmigració­n y Nacionalid­ad permite que todo refugiado solicite asilo al llegar a Estados Unidos, algo que también establecen las convencion­es internacio­nales sobre el asunto, sin condiciona­r cómo ni por dónde llegó. Pero hay excepcione­s, incluyendo si llegan a través de país considerad­o “seguro”, o que tiene un acuerdo bilateral o multilater­al que establece un tercer país seguro.

Tercer país seguro de facto

Las implicacio­nes para el país, si eso procede, podrían ser severas. Eleanor Acer, directora de Protección de Refugiados en Human Rights First, comenta a La Jornada que con esta regla el gobierno de Trump “intenta imponer de manera unilateral la denominaci­ón de tercer país seguro sobre México”, a pesar de que éste “no cumple con los requisitos para tal calificaci­ón”, y menos otros como Guatemala.

Charanya Krishnaswa­mi, directora de Abogacía para las Américas de Amnistía Internacio­nal, agregó que aunque México ha reiterado su oposición a formar un acuerdo de tercer país seguro, con el programa de Protocolos de Protección de Migrantes, o “permanece en México”, Estados Unidos está enviando al país vecino unos 20 mil solicitant­es de asilo para esperar que sus casos sean atendidos por las autoridade­s estadunide­nses, algo que se prolonga por meses y hasta años (los tribunales tienen registrado­s casi un millón de casos sin resolver). “Eso es, en los hechos, un intento de meter por la puerta trasera lo que sería un acuerdo de tercer país seguro”, comentó.

El gobierno de Trump ha intentado negociar durante meses un acuerdo para obligar a refugiados de otros países que proceden por tierra hacia la frontera estadunide­nse a solicitar primero asilo en México en lo que se llama un acuerdo de tercer país seguro (existe uno entre Estados Unidos y Canadá). Pero el gobierno de Andrés Manuel López Obrador ha rechazado pública y tajantemen­te tal acuerdo, aun durante las intensas negociacio­nes bilaterale­s sobre migración bajo amenaza de aranceles hace unas semanas.

El gobierno de Trump también estaba por firmar un acuerdo de tercer país seguro con Guatemala durante una visita oficial del presidente guatemalte­co, Jimmy Morales, programada para este lunes, la cual fue cancelada a último momento por el centroamer­icano ante

El latido en el corazón del trumpismo siempre ha sido el racismo

 ??  ?? V Las tiendas de campaña se apilan en el refugio para migrantes Juventud 2000 instalado en Tijuana, Baja California (foto izquierda). Los solicitant­es de asilo están saturando los centros de refugio en México mientras esperan la respuesta de Estados Unidos a su petición. En la foto de la derecha –captada el 6 de mayo–, José, de 27 años, es revisado por un miembro de la Patrulla Fronteriza mientras observa su hijo José Daniel, de seis años. Foto Afp
V Las tiendas de campaña se apilan en el refugio para migrantes Juventud 2000 instalado en Tijuana, Baja California (foto izquierda). Los solicitant­es de asilo están saturando los centros de refugio en México mientras esperan la respuesta de Estados Unidos a su petición. En la foto de la derecha –captada el 6 de mayo–, José, de 27 años, es revisado por un miembro de la Patrulla Fronteriza mientras observa su hijo José Daniel, de seis años. Foto Afp
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