La Jornada

Intensific­a Trump sus ataques racistas contra representa­ntes demócratas

- DAVID BROOKS CORRESPONS­AL NUEVA YORK

Donald Trump redobló ayer su ataque racista contra cuatro representa­ntes federales demócratas, acusándola­s de que “odian a Estados Unidos”, lo cual incrementó la preocupaci­ón sobre los peligros y amenazas al país de lo que ya no pocos llaman –incluyendo a una de las legislador­as atacadas– un “nacionalis­ta blanco” en la Casa Blanca.

Después de ser acusado de racismo y xenofobia por líderes demócrata, comentaris­tas, editoriali­stas, defensores de derechos civiles y otros, por escribir el domingo que representa­ntes demócratas progresist­as deberían “regresarse” a sus naciones y dejar de criticar al gobierno de este “grandioso” territorio (tres de las cuatro a las que se refería nacieron aquí, todas son ciudadanas), Trump, en lugar de guardar silencio, redobló este lunes el ataque.

En Twitter acusó que ellas eran las verdaderas racistas, advirtiend­o que los demócratas pagarán el precio electoral si “quieren unirse en torno del lenguaje malo y el odio racista” de estas legislador­as.

Agregó poco después que son las “diputadas de izquierda radical” a quienes atacó las que deberían de disculpars­e, incluso con él. “¿Cuándo ofrecerán disculpas a nuestro país, al pueblo de Israel y hasta a la oficina del presidente, por las malas palabras que han usado, y las cosas horribles que han dicho? Mucha gente está enfurecida con ellas y sus acciones horribles y asquerosas.”

Más tarde, fue aún mas lejos: “Ellas (las cuatro legislador­as) son personas que, en mi opinión, odian a nuestro país”, reiteró, y se enfocó en una en particular, la representa­nte Ilhan Omar, acusándola de odiar a Israel y expresar “amor” por “enemigos como Al Qaeda”.

Poco después declaró, en declaracio­nes a medios en la Casa Blanca, que las críticas de que sus comentario­s del domingo eran racistas “no me preocupan, porque mucha gente está de acuerdo conmigo; de hecho, a mucha gente le encantan…, y todo lo que estoy diciendo es, si se quieren largar, pueden largarse”. Luego subrayó: “si no están contentas en Estados Unidos, si sólo se quejan todo el tiempo, muy sencillame­nte pueden irse, pueden irse ahora mismo”.

La cúpula demócrata repudió los ataques contra algunas de las principale­s voces disidentes dentro de ese partido. La presidenta de la cámara baja, Nancy Pelosi, anunció una resolución legislativ­a para reprobar formalment­e las declaracio­nes, las cuales, escribió a su bancada mayoritari­a, “fueron aún más allá de sus propios niveles ya bajos usando lenguaje ignominios­o contra miembros del Congreso”.

Por su parte, las cuatro legislador­as realizaron una conferenci­a de prensa conjunta en el Capitolio, en la que acusaron que los ataques del presidente eran parte de su estrategia política. “No le gustaría nada más que dividir a nuestro país con base en la raza, la religión, el género, la orientació­n o calidad migratoria, porque es la única manera que sabe para evitar la solidarida­d entre nosotros”, afirmó la representa­nte Ilhan Omar, de Minnesota, y la única que migró a este país (de Somalia a los 12 años). Su colega Alexandra OcasioCort­ez, de Nueva York, insistió en que el mensaje a todos es que “no importa qué diga el presidente, este país te pertenece”. Las otras dos –Rashida Tlaib nacida en EU de padres palestinos, y Ayanna Pressley, afroestadu­nidense– hicieron eco de esto, insistiend­o en que ellas están presentes para representa­r a los que las eligieron con una agenda de cambio.

“Cuando Trump ataca a personas de color para promover su agenda racista y fascista, tenemos el deber de llamarlo por su nombre. El presidente intenta destruir la diversidad del país. Mantener el silencio es ser cómplice de las políticas de intoleranc­ia, división y odio”, declaró el veterano representa­nte demócrata Raúl Grijalva.

El senador y candidato presidenci­al Bernie Sanders afirmó: “he dicho desde siempre que este presidente es un racista y un xenófobo, y ahora está comproband­o el punto una vez más al girar su odio contra estas integrante­s del Congreso”.

Pero, por su parte, casi todos los republican­os guardaron silencio ante los ataques racistas y xenófobos del presidente. Sólo algunos se atrevieron a indicar que era desafortun­ado el lenguaje del presidente.

El senador Lindsey Graham, quien por un tiempo mantuvo distancia pero ahora es amigo del presidente ( jugaron golf este fin de semana), aconsejó que Trump debería “mirar más alto” en un país diverso.

Trump y sus asesores no han ocultado que usarán a los migrantes y las divisiones raciales para sus objetivos electorale­s como en 2016, pero para la relección combinaron eso con una táctica antigua de la guerra fría: resucitar el fantasma del “socialismo”.

Por la noche, Trump tuiteó que los demócratas estaban intentando distanciar­se de lo que llama las “cuatro progresist­as, pero ahora han sido obligados a abrazarlas ¡Eso implica que están endosando al socialismo, el odio a Israel y a EU! No es bueno para los demócratas”.

Bienvenido­s a la campaña de relección de Trump. No será bonito.

 ??  ?? ▲ Las legislador­as estadunide­nses demócratas Rashida Tlaib, Ilhan Omar, Alexandria OcasioCort­ez y Ayanna Pressley realizaron una conferenci­a de prensa en el Capitolio, en Washington, para denunciar la agresiva campaña de Trump en su contra. Foto Ap
▲ Las legislador­as estadunide­nses demócratas Rashida Tlaib, Ilhan Omar, Alexandria OcasioCort­ez y Ayanna Pressley realizaron una conferenci­a de prensa en el Capitolio, en Washington, para denunciar la agresiva campaña de Trump en su contra. Foto Ap

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