En Ciudad Juárez hay Caballero
Gabriel Caballero, técnico de los Bravos de Ciudad Juárez, dijo que llevar una franquicia de Primera División a la ciudad fronteriza “ha sido un golpe mediático muy importante, muy grande”, que derivó en una bravomanía con miles de personas que se avalanzaron para agotar los abonos, llamados bravocards, y asegurarse de un sitio en el estadio Olímpico Benito Juárez a lo largo del torneo Apertura 2019.
“La ciudad hace 10 años estuvo muy golpeada por la delincuencia, los feminicidios, pero hoy tiene una derrama económica importante, un flujo enorme de gente productiva que viene desde Estados Unidos y de aquí para El Paso, Texas”, abundó el entrenador, quien confesó que “hay emoción, ilusión y cierto nerviosismo” de cara a su debut en el máximo circuito, el viernes en visita a los rojinegros del Atlas.
“La gente ha estado muy enchufada, contenta e ilusionada, ahora podrá ver a los jugadores que antes sólo miraba por televisión. La Copa Mx fue una buena prueba, cuando nos visitaban equipos de Primera División había mucha demanda, el gustito les quedó a todos y quieren seguirlo disfrutando”, refirió.
Caballero conquistó el ascenso deportivamente cuando comandó a los Cafetaleros de Tapachula, pero el equipo no cumplió con los requisitos exigidos por la Federación Mexicana de Futbol. El técnico argentino naturalizado mexicano, pasó al timón de los Bravos y, al fracasar en el intento, la directiva que encabeza Alejandra de la Vega adquirió en mayo la franquicia de Lobos BUAP en cerca de 30 millones de dólares.
“No es la primera vez que se compra una franquicia, tanto en el Ascenso como en Primera División. Muchos equipos compraron una franquicia, pasan los años y se han mantenido; el Santos Laguna –el primer equipo al que llegué– así lo hizo. Yo creo que son situaciones, hay equipos que a la mejor no se podían sostener en lo económico y alguien los tenía que comprar porque no iban a poder seguir”, explicó.
Debut ante el Atlas
Bravos se reforzó con tres defensas: Joaquín Esquivel, Gustavo Velázquez y Alberto Acosta, con el mediocampista Jefferson Intriago y con los delanteros Eduardo Pérez y el estelar Darío Lezcano. “La duda es con los que llegaron al último, saber si ya están en condiciones de arrancar, pero los que han trabajado desde hace dos meses estarán al ciento por ciento. Sólo me falta valorar qué es lo que más conviene utilizar el viernes ante los rojinegros”, señala.
Tras explicar que realizaron una buena pretemporada de la que saca interesantes conclusiones y en las horas previas intentará corregir detalles, celebró el inicio del equipo femenil, el lunes ante León, con empate a un gol. “Les falta trabajo pero hicieron un gran esfuerzo. Fue un punto merecido, aunque hubo un gol mal anulado y Flor Rodríguez anotó un golazo. Nos dejó buen sabor de boca”.
Los Bravos arrancarán en la tabla de cocientes con 1.1471 de promedio, por encima de Atlas, Chivas, Querétaro, Veracruz y Atlético San Luis. “Estamos cerca de los coleros, pero no en el fondo. Buscaremos ser protagonistas, jugar sin temor ante cualquier rival y aprovechar nuestras virtudes. Siempre me voy a poner metas altas. Creo en el trabajo, en el esfuerzo, en los proyectos y en las ideas; es lo que a uno lo hace fuerte”, remató.