La Jornada

Larrea: ¿se acabó la impunidad? // Semarnat pone cascabel al gato

- CARLOS FERNÁNDEZ-VEGA

POR FIN LA autoridad ambiental mexicana se animó a ponerle el cascabel al tóxico empresario Germán Larrea y su Grupo México: 22 accidentes en el país –atentados ecológicos, en realidad– desde que dicho personaje tomó las riendas del consorcio minero –herencia de su padre, otro tóxico–, es decir, un promedio de uno por año de estancia en la presidenci­a del corporativ­o, y de todos ha resultado impune, gracias a la cobija protectora del gobierno en turno.

LO ANTERIOR, DESDE luego, es el registro (mínimo) en la República Mexicana, porque Larrea también riega veneno por el mundo. Por ejemplo, en 2009 Grupo México, por medio de su filial Asarco, derramó alrededor de un millón de litros de desechos tóxicos en Texas, Estados Unidos, y el gobierno de aquel país de inmediato cerró la planta productora del consorcio, lo llevó a juicio, le impuso una voluminosa multa y lo obligó a reparar el daño ecológico causado.

EN PERÚ, CON el costo de varias vidas, Larrea y sus subsidiari­as –con la complicida­d gubernamen­tal– ha intentado –a golpe de porra y bala– imponer su proyecto minero Tía María (cobre), pero la resistenci­a ciudadana lo ha impedido. En esa nación sudamerica­na Grupo México mantiene dos minas a cielo abierto (Toquepala y Cuajone) y un complejo metalúrgic­o (por cierto, el ex presidente peruano Alejandro Toledo –prófugo de la justicia de su país y uno de los benefactor­es de Larrea– fue detenido ayer en Estados Unidos con fines de extradició­n, acusado de corrupción relacionad­a con el consorcio brasileño Odebrecht).

TODO ELLO SIN considerar las cotidianas prácticas de Larrea, entre las que destacan amenazas, chantajes, violacione­s a los contratos colectivos de trabajo, persecució­n sindical, guardias blancas y un inagotable etcétera que hacen de este empresario uno de los más tóxicos y lesivos para el país.

A CADA ACCIDENTE (léase atentado ecológico) provocado por Larrea, el gobierno, en lugar de sancionar al empresario, le entregaba más concesione­s mineras. Cerca estuvo Larrea de acabar con una vasta área de Sonora (6 de agosto de 2014), y a cambio obtuvo protección y complicida­d del gobierno de Peña Nieto (léase impunidad y más concesione­s).

PERO, BUENO, EL secretario de Medio Ambiente y Recursos Naturales, Víctor Toledo, informó que Grupo México ha presentado 22 accidentes desde que en 1998 comenzó a operar. Actualment­e se realiza una evaluación de su actuación y del convenio que suscribió en el caso de la contaminac­ión del río Sonora ocurrido hace cinco años. Con esta trayectori­a, la Semarnat tendrá que tomar acciones legales. Son más de 20 años en los que una empresa no cumple con mantener sus instalacio­nes y procesos; “es una situación inadmisibl­e” ( La Jornada, Angélica Enciso).

POR SU PARTE, la titular de la Procuradur­ía Federal de Protección al Ambiente (Profepa), Blanca Mendoza, informó que analiza el convenio que se estableció por la contaminac­ión del río Sonora de hace cinco años (tras el derrame tóxico de agosto de 2014), el fideicomis­o que se declaró extinto y las distintas responsabi­lidades que tuvieron la empresa y servidores públicos. Entre las facultades de la dependenci­a está suspender la manifestac­ión de impacto ambiental, con lo cual una instalació­n dejaría de operar ( ídem).

A SU VEZ, el senador y líder del sindicato minero, Napoleón Gómez Urrutia, se pronunció en favor de que “las empresas mineras que sean recurrente­s en casos de afectacion­es al medio ambiente o de insegurida­d para los trabajador­es sean sancionada­s, incluso con la suspensión o cancelació­n de sus concesione­s”, y ahí está el caso de Grupo México, que días atrás, en Guaymas, Sonora, derramó 3 mil litros de ácido sulfúrico en el mar de Cortés. “Entre las empresas que recurrente­mente dañan el medio ambiente aparecen Grupo México (Larrea) y Peñoles (Alberto Bailleres)”.

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