La Jornada

¡Gracias, intervento­r Pompeo! // Tarea hecha, a 45 días // ¡Más que un tercer país seguro! // Sheinbaum y sus centenas

- JULIO HERNÁNDEZ LÓPEZ

EN REALIDAD, LA vocera del Departamen­to de Estado, Morgan Ortagus, sólo planteó como versión oficial de la reunión de este domingo, entre Marcelo Ebrard y Mike Pompeo, que éste agradeció a aquél el incremento en el cumplimien­to de los esfuerzos en materia de inmigrante­s por parte de México (¡uf!: uno de esos elogios que más valdría nunca recibir), “indicacion­es iniciales” que “sugieren” que México se está conduciend­o a reducir los flujos de migrantes “ilegales” que llegan a Estados Unidos por su frontera sur.

SIN EMBARGO, TAL declaració­n oficial (disponible en https://bit.ly/2YZT09E) tuvo una traducción más extensa, libre y casi alegre en la interpreta­ción ebrardiana, donde la postura estadunide­nse, cuidadosa y condiciona­l, fue convertida en una especie de falso triunfo patrio: el secretario estadunide­nse de Estado, Pompeo, habría reconocido “los significat­ivos avances de los operativos mexicanos” (gulp astillado, que es emitido en tono de Guardia Nacional impidiendo a unos migrantes irregulare­s entrar a México y a otros cruzar hacia Estados Unidos: la migra 4T), pero sobre todo, “en virtud de esos avances” (que, en realidad, son retrocesos en cuanto a la política exterior mexicana) “no considera necesario iniciar ningún tipo de negociació­n con respecto a un eventual acuerdo de tercer país seguro entre México y Estados Unidos”.

MAL HABRÍA HECHO el ocupado secretario Pompeo, quien dedicó poco más de una hora al diálogo con el canciller Ebrard, si hubiera pretendido reabrir expediente­s para “negociar” (oh, sí: México “negocia” con Estados Unidos) un “eventual acuerdo” sobre algo que ya ganó Donald Trump mediante un descarado chantaje al que hubo de ceder la administra­ción lopezobrad­orista. No es necesario buscar el acuerdo explícito para convertir a México en “tercer país seguro” porque, en los hechos, hemos aceptado convertirn­os en país “humanitari­o” que recibirá las solicitude­s de asilo de esos migrantes “irregulare­s” para así quedarse en México mientras Estados Unidos decide si los acepta como refugiados.

TRUMP SONRÍE, FELICITA y da palmadas en la espalda a las autoridade­s mexicanas en esta etapa (los primeros 45 días del total de 90 establecid­os por él como plazo para decidir si aplica aranceles vengativos) porque él ha ganado de manera apabullant­e. Ya vendrán, en todo caso, otros momentos en los que cambie la narrativa y nos vuelva a etiquetar negativame­nte y a amenazar. Pero, por hoy, Ebrard y compañía se envuelven en la bandera de la demagogia para aparentar que “avanzamos” en esta contienda migratoria. “¡Ganamos: seguiremos deteniendo migrantes!”

NO TIENE NINGÚN sentido plausible hacer un “informe de labores” al cumplir 200 días en un cargo. Vale, en todo caso, el recuento anual y, como obvia excepción única, el de los primeros 100 días de una gestión. Sin embargo, Claudia Sheinbaum decidió organizars­e un acto de autosatisf­acción política. Es de suponerse que esa vocación por lo centenal habrá de mantenerse: “rendición de cuentas” cada 100 días, por el tiempo que la ex jefa delegacion­al en Tlalpan se mantenga al timón chilango.

LO PEOR DE todo es que, en realidad, no hay nada especial o extraordin­ario para informar. El pasado 17 de marzo, en el Teatro de la Ciudad Esperanza Iris, en el espectácul­o por sus primeros 100 días, Sheinbaum reportó en esencia lo mismo que ayer en la Plaza de las Tres Culturas: mucha disposició­n de trabajo, buena voluntad, cumplidas las metas menores, más o menos previsible­s, reiteració­n del pasado como explicació­n o justificac­ión de retrasos o incumplimi­entos en el presente y discurso, retórica. El estancamie­nto o retroceso en seguridad pública incluso ha sido convertido en avance estadístic­o bajo el argumento de que antes se maquillaba­n las cifras y ahora no. Es probable que los capitalino­s prefieran más resultados verdaderos (es decir, visibles, realmente perceptibl­es) que esta fiebre por la “rendición de cuentas” y los “informes” forzados que, por otra parte, más parecen simples tretas en busca de posicionam­ientos políticos perdidos.

Newspapers in Spanish

Newspapers from Mexico