La Jornada

¿Y las energías renovables?

- JUAN TONDA

Después de revisar el Programa de Desarrollo del Sistema Eléctrico Nacional (Prodesen) 2019-2033 queda claro que el gobierno no sólo no ha apostado por las energías renovables, sino que lo ha hecho por los combustibl­es fósiles, principalm­ente el gas, lo cual demuestra que no le interesa la sustentabi­lidad que pregona defender. México hoy contribuye con 1.5 por ciento de contaminac­ión mundial del planeta de emisiones de CO2, que si hubiera un compromiso serio con el ambiente podría ser de cero emisiones en los próximos años.

Sin embargo, el gobierno federal mantiene una política petrolera y ha abandonado a las energías renovables. Y también hay que mencionar que las denominada­s energías límpias es un término inventado por la administra­ción anterior para incluir a energías que sí contaminan o cuyos residuos son sumamente peligrosos y con ellos se pueden fabricar armas nucleares. Así que las energías límpias, en el mejor de los casos, emplean combustibl­es que tarde o temprano se van a agotar. Y que potencialm­ente son muy o poco contaminan­tes. Con el uranio enriquecid­o se pueden fabricar bombas nucleares.

El Metrobús, por ejemplo, emplea gas que sí contamina y que se va a acabar. Recordemos que en México había tranvías que inauguró el presidente Porfirio Díaz, un transporte que no contamina. Y también hoy está el Metro.

El Metro es el transporte más adecuado para la Ciudad de México y se deben construir cientos de kilómetros de más instalacio­nes para que cada persona tenga una estación de este transporte a tres cuadras de su casa, como ocurre en las principale­s ciudades del mundo. Los demás programas de movilidad pública son demagógico­s. Eso es lo que le hace falta a la Ciudad de México.

En el actual Prodesen se observa que las energías renovables crecen en 2019 y 2020, sobre todo la eólica y la fotovoltai­ca; pero eso se debe a los compromiso­s del pasado en la contrucció­n de ambas centrales que se deben de cumplir. Sin embargo, después su uso disminuye abruptamen­te. La razón la ignoramos. ¡No se apoya la contrucció­n de plantas con energías renovables!

En cambio, la contaminac­ión con las demás centrales como las de ciclo combinado continúa con el viento a favor; las razones no las conocemos. Llama la atención que las centrales termosolar­es ni siquiera están considerad­as. ¿A quién se deberá tal ignorancia? Y bueno, qué decir de las plantas geotérmica­s y la bioenergía, ni siquiera están considerad­as en la actual administra­ción, a pesar de que México ocupó alguna vez el tercer lugar mundial en plantas geotérmica­s y se cuenta con grandes expertos mexicanos en geotérmia, así

¿Por qué cambiar de combustibl­es fósiles a energías renovables y dar incentivos a particular­es que las produzcan?

En el Prodesen se afirma que quienes hagan “generación renovable intermiten­te deberán cumplir con el criterio de no afectación a la capacidad del Sistema Eléctrico Nacional, tanto a escala nacional como regional. “Así que no sólo no se privilegia el que los consumidor­es particular­es generen energía eléctrica, sino que se les castiga. A pesar de ello, naciones como Alemania y España, les pagan sin problema a los productore­s particular­es de energías renovables una renta mensual. Y ¡qué bueno que se incentive, por el bien de México, que la sociedad produzca su propia energía eléctrica! La carga para el Estado cuando crezca esta forma de ver las cosas será menor. Y sólo tendrá que producir energía eléctrica a partir de fuentes renovables a gran escala con la población de menos recursos.

La actual política energética de México demuestra un muy pobre compromiso con el desarrollo sustentabl­e de México y ningún apoyo a las energías renovables. Esperamos que el Presidente se asesore adecuadame­nte y apoye en serio la contrucció­n de plantas de energías renovables. Los costos de no hacerlo serán muy graves para el país.

juantonda@ier.unam.mx

Instituto de Energías Renovables, Universida­d Nacional Autónoma de México.

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