Marcha y oraciones en Saltillo para el hondureño asesinado por policías
Redim demandó que la FGR atraiga el caso
Vecinos del sector sur de Saltillo y familiares de desaparecidos caminaron por calles de la colonia 5 de Mayo y oraron en el sitio donde la noche del miércoles un hondureño, identificado sólo como Marcos, cayó luego de ser baleado por elementos de la Agencia de Investigación Criminal en presencia de su hija de ocho años.
La marcha partió de las cercanías de la Casa del Migrante de Saltillo. Los colonos recorrieron un kilómetro y medio hasta llegar al lugar aledaño a las vías del ferrocarril donde murió el centroamericano. En el sitio hay restos de sangre y una cinta amarilla para resguardar la escena. “Estamos aquí para recordar a los hermanos migrantes violentados en su persona, asesinados. Una niña quedó sin sueños, sin familia y sola. La tragedia ocurrió el miércoles en la noche, cuando la noche es para descansar y soñar y a la menor huérfana le arrebataron sus sueños, su alegría”, expresó una de las organizadoras.
La manifestación fue convocada desde las parroquias católicas de las colonias Landín y 5 de Mayo, cuyos vecinos están habituados a la presencia de migrantes por el refugio temporal al que llegan y por ser un sitio de acceso al tren que los lleva a Piedras Negras, en la frontera con Estados Unidos.
Participaron catequistas, padres de familia, niños e integrantes de la asociación civil Fuerzas Unidas por Nuestros Desaparecidos en Coahuila (Fuundec): “Queremos unirnos al dolor de cada migrante que diariamente es abusado, rechazado y asesinado. Queremos llevar una voz de solidaridad y amor al prójimo. Reprobamos esta masacre en contra de nuestros hermanos migrantes”, expuso Lourdes Herrera, integrante de Fuundec, cuyo hijo Brandon Esteban Acosta Herrera y su esposo Esteban Acosta Rodríguez desaparecieron el 29 de agosto de 2009. En el trayecto hubo cánticos religiosos y reclamos de justicia.
En tanto, la fiscalía general del estado reiteró que los seis policías involucrados en el ataque a balazos de un grupo de migrantes, que causó la muerte de Marcos, de 29 años, no están detenidos, pero “se encuentran a disposición de la comandancia general de la agencia”.
La Red por los Derechos de la Infancia en México (Redim) demandó que la Fiscalía General de la República (FGR) atraiga el caso de Marcos, para que su muerte sea investigada y se prevenga el riesgo de que las autoridades involucradas alteren las evidencias.
Ante las contradictorias versiones de los policías involucrados, el organismo representado por Juan Martín Pérez García señaló: “Nos alerta la falta de criterios y de sensibilidad de los mandos, cuyas decisiones son claramente violatorias de derechos humanos”.
Asimismo, exigió “un alto inmediato a la criminalización y persecución ilegal de las personas en situación de movilidad: familias, niñas, niños y adolescentes no acompañados”.
Por su parte, la Oficina en Washington para Asuntos Latinoamericanos se pronunció sobre los señalamientos en relación a que las fuerzas de seguridad hostigan e intimidan a quienes trabajan en favor de los derechos humanos de los migrantes y los solicitantes de asilo.
“Las fuerzas de seguridad deben rendir cuentas por la intimidación o las amenazas contra las organizaciones de la sociedad civil, así como los casos de uso excesivo de la fuerza y las violaciones de los derechos humanos”, señaló esta organización en una declaración conjunta con otras organizaciones defensoras.