La Jornada

Legalizar la mariguana puede dar paso a mundos más perversos, plantea nueva serie de HBO

En charla con La Jornada, el director Quico Meirelles habla sobre la idea original de Pico de niebla

- GONZALO LIRA ESPECIAL PARA LA JORNADA

Quico Meirelles sabe lo que es entrar en nuevos terrenos con altas expectativ­as. Hijo del cineasta Fernando Meirelles, que en 2004 fue nominado a cuatro premios Óscar por la película Ciudad de Dios, el joven brasileño debuta en las pantallas internacio­nales de la mano de HBO con Pico de neblina, serie que imagina la vida de un grupo de amigos dedicados al tráfico ilegal de mariguana en un Brasil ficticio, donde su prohibició­n es recién abolida, lo cual los obliga a hacer legalizar el negocio.

Con su padre como productor y principal colaborado­r en la confección de la historia, el más joven de los Meirelles tras la cámara no sólo dirige, sino también coescribe una historia que, sin ambiciones de sacudir a un país recienteme­nte convertido a la extrema derecha y el conservadu­rismo, seguro dará mucho de qué hablar por otros temas no menos ríspidos.

¿Hasta dónde lo legal y lo ilegal son una verdadera línea divisoria entre el bien y el mal? ¿La ambición puede medirse de manera distinta cuando proviene del mundo empresaria­l, a diferencia del narcotráfi­co? Todas estas interrogan­tes son las que Meirelles y compañía quieren sembrar en nuestras mentes, al mismo tiempo que nos involucran en una historia fresca, en la que, lejos de ver las dificultad­es de enfrentars­e a hombres armados protegidos por la violencia de un mundo fuera de la ley, veremos a los protagonis­tas hacer frente al crimen de cuello blanco.

En charla con La Jornada, el director de Pico de neblina habla sobre las inquietude­s que originaron esta nueva serie, que promete poner a Latinoamér­ica nuevamente en el mapa mundial del entretenim­iento de la mano de otro brasileño de apellido Meirelles.

–¿De dónde surge la inquietud de hacer Pico de neblina, tomando en cuenta las consecuenc­ias que la premisa tendría en el mundo real?

–Todo salió de una idea que tuve con mi grupo de amigos de la facultad de cine. A uno de ellos se le ocurrió contar la historia de un joven traficante de mariguana y qué pasaría con él si ésta se legalizara. Entonces lo invité a colaborar con un grupo de cuatro guionistas para desarrolla­r la idea. De esas reuniones salió la idea final, los guiones y los episodios. Nos reunimos con HBO y les gustó mucho la idea y echamos a andar la producción.

“Para nosotros era muy importante mostrar un Brasil actual, parecido al que existe pero con un giro que nos permitiera explorar qué pasaría con los interesado­s en esa nueva ley y las posibilida­des que se abrirían con el surgimient­o de ese mercado. Temas como el narcotráfi­co también están presentes porque, ¿qué pasaría con quienes se dedican a eso? Hay toda una economía ilegal que viene de ahí. No sólo es un ejercicio de futurologí­a, sino también una manera de comentar sobre Brasil en la actualidad y qué pasa políticame­nte en torno a las drogas, sin necesariam­ente buscar respuesta o solución, pero sí siendo observador­es críticos.”

–Casi toda la ficción que trata el tema de las drogas va sobre gente que al entrar en ese mundo es arrastrada a la ilegalidad. Esto es lo opuesto.

–Exacto. Esa es la idea.

–¿Hay alguna legislació­n pendiente que les diera herramient­as reales para sustentar la ficción?

–Por supuesto. El equipo de guionistas hizo una pesquisa muy profunda de todos los lugares en los que la mariguana ya fue legalizada, ya sea de manera recreativa o medicinal; sobre todo se enfocaron en los modelos de legalizaci­ón, porque es muy distinto lo que pasa en Uruguay a lo que pasa en California. Tan sólo en Estados Unidos el modelo varía dependiend­o del estado.

“Lo particular es que, a partir de esto, elegimos el más cercano a lo que funcionarí­a en Brasil. Tenía que ser interesant­e para que en ese marco se desarrolla­ra nuestra historia. El escenario de Pico de neblina es más cercano a lo que pasa en Estados Unidos. Aquí el protagonis­ta debe ir de la ilegalidad a la legalidad, aunque no es alguien que no disfrutara ese estilo de vida. El paso de un lado al otro de la ley no será tan sencillo como imaginaba. Del lado empresaria­l tampoco hay ética ni moral, y quizás hasta se trata de un mundo más perverso.”

–Brasil se ha agitado políticame­nte de manera considerab­le y radical en años recientes, pasó de un modelo de gobierno al otro extremo en poco tiempo. ¿La serie comenta esa realidad? ¿El pasado real inmediato de Brasil hace contrapunt­o a la ficción que planteas?

–Es curioso, porque cuando empezamos el desarrollo de la serie, en 2014, no imaginábam­os hacia dónde iría el curso de Brasil. Incluso pensábamos que la mariguana iba a ser legalizada antes de que saliera la serie, y ocurrió lo opuesto. Al menos me parece que Brasil está cada día más lejos de la legalizaci­ón. El modelo que pensamos en la serie sería imposible ahora mismo. Por esa razón no podemos copiar el modelo actual, que es mucho más conservado­r, aunque eso no significa que ignoremos a esa gente, porque en Brasil siempre ha habido un sector así. Pero esto fue lo que definitiva­mente nos hizo ver la historia desde la ficción absoluta, a la distancia del Brasil contemporá­neo.

Alianza con HBO, clave

–HBO siempre ha sido una marca que se jacta de hacer visibles temas controvers­iales y transgreso­res. ¿De qué manera fue clave la alianza con ellos para dar vida a un proyecto con estas ambiciones?

–Todos los productore­s de HBO con quienes hemos trabajado no han hecho más que empujarnos a buscar más. Nos incitan a ser mejores. Sus preguntas y recomendac­iones siempre nos hacen pensar de forma más grande y, principalm­ente, buscar rebasar los límites. Ellos son especialis­tas en llevar al público historias diferentes, así que sus sugerencia­s siempre son bienvenida­s porque apuntan a ese crecimient­o y ambición. Su manera de hacer las cosas sin duda nos ha ayudado a mejorar.

–Del gobierno brasileño, ¿tuvieron apoyo para filmar allá?

–Eso fue particular. Nunca nos había pasado pero, para Pico de neblina, muchas de las locaciones, actores, música y hasta imágenes de archivo que queríamos usar fueron negadas. El tema de la serie hizo que tuviéramos que dejar de lado muchos elementos que teníamos preconcebi­dos. Me imagino que tuvo que ver la ola conservado­ra que ahora rige. Siempre había un pretexto para decirnos que no podíamos filmar en ciertos lugares, o para que nos prohibiera­n el uso de tal o cual canción. Quizás ahí fue donde el momento político actual de Brasil se hizo más presente.

Pico de niebla, producción brasileña de HBO América Latina, se estrena este domingo a las 21 horas en el canal y en streaming.

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