Desplazados de Chiapas se oponen al proyecto
Una caravana de 300 personas originarias de Chiapas formada por defensores del territorios y desplazados arribó ayer a este municipio zapoteca del Istmo de Tehuantepec para exigir justicia ante la violación de sus derechos humanos.
Identificados como Caravana Indígena y Campesina por la Libertad, la Vida y la Justicia de Chiapas, manifestaron que buscan llamar la atención sobre los atropellos que han vivido, principalmente desplazamiento forzado, asesinatos, pobreza y falta de empleos.
En Unión Hidalgo se reunieron con comuneros y activistas y reiteraron su rechazo a la construcción del parque eólico Gunaa Sicarú (mujer bonita) en este municipio.
Más tarde se dirigieron a Juchitán, donde profesores de la sección 22 de la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación (CNTE) los recibieron y realizaron una marcha que concluyó con un mitin en la plazuela principal.
Érick Bautista, uno de los líderes de la caravana, informó que planean llegar a la Ciudad de México, donde participarán junto con otros pueblos indígenas en la movilización nacional El Campo es de Todos el 8 de agosto, aniversario del natalicio de Emiliano Zapata.
Los profesores de la CNTE advirtieron que continuarán en la lucha por una educación digna y por el respeto a los derechos de los chiapanecos.
También participaron integrantes de la Unión de Comunidades Indígenas de la Zona Norte del Istmo, de la Red de Apoyo del Istmo de Tehuantepec y defensores comunitarios de Juchitán.