Reitera AMLO el plan de apoyos directos a campesinos para acabar la corrupción
En respuesta a las movilizaciones convocadas por organizaciones campesinas, el presidente Andrés Manuel López Obrador definió que “no hay razón para protestar” contra el mecanismo de apoyo directo a los productores. “No voy a ser tapadera ni cómplice de corruptos”.
Insistió que ante los bloqueos se optará por el diálogo y no por la represión, incluso pidió a los afectados por el cierre de carreteras “su comprensión. Ahora sí que ofrezco disculpas por las molestias que el combate a la corrupción ocasiona”.
En su conferencia matutina de ayer, el mandatario sostuvo que es respetuoso del derecho de manifestación, pero que frente a la inconformidad por la forma en que se distribuyen fondos a los campesinos, no cambiará su estrategia.
Afirmó que se demostrará “como nunca” el incremento del financiamiento a los pobres, a los productores y comunidades indígenas, pero sin intermediarios porque éstos no entregan los apoyos. “Esa es la inconformidad”. Añadió que en los tres años recientes se entregaron 10 mil millones de pesos a organizaciones, “y muchas, en vez de entregar esos apoyos completos, compraban (y) repartían nada más despensas, migajas y ellos se quedaban con la mayor parte de esos recursos”.
Sostuvo que su gobierno no permitirá el robo “ni arriba ni abajo, ni en ninguna de sus manifestaciones; se acaba la corrupción. A mí me eligieron para poner orden y poner fin a la corrupción”.
Indemnizan a ejidatarios
Más tarde, en el hospital rural de Vicente Guerrero, López Obrador informó que a partir del lunes la Secretaría de Comunicaciones y Transportes comenzará a pagar la indemnización de 60 millones de pesos que se reclama desde diciembre de 2017 por la afectación que causó la constitución de la autopista Durango-Mazatlán, principalmente en el ejido Otinapa. Aunque el daño se causó desde hace 10 años, hace 20 meses los ejidatarios decidieron tomar la caseta de Garabito y cobrar ellos el peaje. El Presidente dijo que se decidió el pago de la indemnización no sólo por la restitución del daño, sino porque causa “mala imagen, de anarquía, de desorden”, que los campesinos cobren la cuota del tránsito por carreteras del país.