¿Cómo vivir siendo huérfano de México e hijastro de EU?
Fue en 1956, cuando tenía cinco años de edad, y dos años después de que el gobierno estadunidense promulgara la Operación Mojada en contra de las comunidades chicanas y mexicanas en el suroeste de Estados Unidos de las viejas tierras mexicanas. En ese otoño del 56 llegó a la puerta de nuestra casa una multitud de anglosajones demandando nuestra salida del barrio donde vivíamos. A mi querido padre, que trabajaba dos jornadas de trabajo diario, le aterrorizaba ir a la calle por las redadas que hacía el gobierno contra nosotros, los huérfanos de México e hijastros de Estados Unidos y a la comunidad mexicana. Por supuesto, tuvimos que huir de esa situación y llegamos a un barrio donde convivimos con la comunidad negra. Yo no supe de esto hasta llegar a la universidad. Fue cuando tuve la oportunidad de cuestionar mucho de lo que me hizo o mejor dicho lo que me privó el gobierno estadunidense en aquel entonces. No sólo me quitaron mi idioma natal, sino tam
Tributo al general Emiliano Zapata
Las organizaciones que han encontrado en la extorsión política un modus vivendi, no se resignan a aceptar que su tiempo se acabó; usan figuras emblemáticas de la lucha social histórica para intentar coaccionar al imaginario colectivo y seguir medrando con recursos del erario público.
De haber luchado con tanta enjundia en el pasado inmediato, como lo hacen hoy –pintando bardas para anunciar sus propósitos de estrangular la ciudad y doblegar a AMLO–, quizás habríamos evitado las pesadillas de la noche más oscura en la historia patria: la época neoliberal.
Si bien es cierto que el abandono del campo, proveedor natural