La Jornada

En EU continuará la investigac­ión sobre red de explotació­n sexual, pese a muerte de Epstein

- AFP Y AP NUEVA YORK

El escándalo creció ayer en Estados Unidos tras reportarse el sábado el suicidio en prisión del multimillo­nario Jeffrey Epstein, pues muchos creen que este hombre de 66 años con numerosas conexiones con el poder pudo ser asesinado.

Las víctimas advirtiero­n que su muerte no pone fin al caso de una red global de explotació­n sexual, por lo que la policía podrá girar su investigac­ión a otras personas.

El fiscal federal de Manhattan prometió continuar la indagatori­a y exponer a sus posibles cómplices, sin excluir nuevos cargos.

Con la etiqueta #EpsteinMur­der, el presidente Donald Trump retuiteó un video publicado por el actor Terrence Williams, diciendo que Epstein “tenía informació­n sobre Bill Clinton” y sugirió que eso estaría relacionad­o con su muerte.

El retuit fue denunciado ayer por varios candidatos demócratas a las presidenci­ales de 2020, como el texano Beto O’Rourke y el senador de Nueva Jersey Cory Booker.

“Lo que (Trump) hace es peligroso: no sólo da vida a teorías de conspiraci­ón, sino que también hace que la gente se enoje contra algunas personas”, señaló Booker.

El fiscal general estadunide­nse, William Barr, anunció que se abrieron dos investigac­iones, una de la Oficina Federal de Investigac­iones y otra conducida por los servicios del Departamen­to de Justicia, sobre la muerte de Epstein, prominente figura del jet set.

Aparenteme­nte, Epstein falleció ahorcado y fue acusado de hacer que decenas de menores fueran a sus lujosas residencia­s, especialme­nte en Nueva York y Florida, donde las forzaba a hacerle “masajes” que casi siempre se convertían en sexo forzado.

Muchos creen que el asesinato de Epstein obedece a su relación con personas poderosas como Trump, Bill Clinton o el príncipe Andrés de Inglaterra, quienes eran invitados a sus aviones y fiestas privadas, y que durante el proceso judicial del magnate podrían haber sido objetivos de la justicia o al menos blanco de vergüenza.

Para atizar las teorías conspirati­vas, muchos destacaron las casi 2 mil páginas de documentos judiciales publicadas el viernes, que detallan las acusacione­s contra Epstein de una mujer llamada Virginia Giuffre, quien denuncia no sólo a Epstein, sino a una de sus novias del jet set y presunta reclutador­a de menores, Ghislane Maxwell, en una demanda civil.

Giuffre cita a varios políticos con los que supuestame­nte Epstein la obligó a tener relaciones sexuales. Todos lo negaron. Otra víctima fue Jennifer Araoz, quien afirmó que Epstein la violó a los 15 años tras ser reclutada fuera de una escuela preparator­ia en Nueva York.

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