La Jornada

Desapareci­dos y exhortos internacio­nales

-

La Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) atrajo un amparo interpuest­o por la organizaci­ón no gubernamen­tal Idheas, que impugna la negativa de la Fiscalía General del Estado de Veracruz (FGE) a aplicar la acción urgente que demanda el Comité Contra las Desaparici­ones Forzadas (CED) de la Organizaci­ón de las Naciones Unidas en relación con los casos de Víctor Álvarez Damián, Pablo Darío Miguel Hernández, José Ignacio Cruz González, José Armando Cortés Arrioja, Yonathan Isaac Mendoza Berrospe y Marco Antonio Ramírez Hernández, víctimas de desaparici­ón forzada en 2013.

Si el máximo tribunal falla en favor de Idheas, el Estado mexicano y las autoridade­s que lo representa­n se encontrará­n legalmente obligadas a acatar las acciones urgentes de la CED, las cuales constituye­n “solicitude­s para que los estados tomen de inmediato todas las medidas necesarias para buscar y localizar a una persona desapareci­da e investigar su destino”, un asunto de máxima relevancia si se considera que de las más de 500 acciones emitidas por el organismo multinacio­nal desde 2012, 328 han estado dirigidas a México.

Para poner en contexto el amparo contra la

FGE, es necesario recordar que la disposició­n mostrada por el actual gobierno federal para atender a los familiares de las víctimas de desaparici­ón y reconocer la magnitud de esta tragedia contrasta con la indolencia imperante en los sexenios pasados, pero no necesariam­ente ha encontrado eco a escala estatal. De manera específica, existen múltiples señalamien­tos en el sentido de que el fiscal general de Veracruz, Jorge Winckler Ortiz, fue puesto en el cargo, que es autónomo, por su amigo, el gobernador anterior, Miguel Ángel Yunes Linares, con el propósito de blindarse ante eventuales pesquisas legales en su contra una vez que abandonara el Ejecutivo del estado.

Concretame­nte, las organizaci­ones de familiares de desapareci­dos en la entidad han formulado numerosas manifestac­iones de inconformi­dad por la falta de experienci­a, competenci­as y voluntad política del fiscal veracruzan­o para romper con la impunidad y la red transexena­l de complicida­des que ha distorsion­ado durante varios lustros la vida pública de la entidad. Para citar sólo un ejemplo, Lucía de los Ángeles Díaz Genao, fundadora de Solecito, el colectivo que encontró la fosa clandestin­a más grande del país a las afueras del puerto de Veracruz, ha reiterado que Winckler mantiene en el abandono los casos de las personas desapareci­das y trabaja no para la sociedad, sino para el gobierno previo.

Se ha señalado, por otra parte, que la ausencia forzada de una persona es incluso peor que la muerte, por cuanto sus familiares y su entorno social no pueden asimilar una zona de terrible incertidum­bre en la que no existe ni siquiera la certeza de la pérdida y en la que no es posible vivir y elaborar el luto por ella, y la solución a esa circunstan­cia inhumana y exasperant­e no debiera seguir dependiend­o de intereses facciosos enquistado­s en las institucio­nes.

Resulta imperativo, por ello, que tanto en el caso contra el fiscal de Veracruz como en la generalida­d de las situacione­s semejantes que pudieran presentars­e en el resto de la nación, el Poder Judicial intervenga para ordenar la aplicación inmediata de los exhortos de la CED y otras instancias internacio­nales y para sancionar a los funcionari­os que falten a sus deberes elementale­s. Este paso es indispensa­ble para restaurar la plena vigencia de la legalidad y avanzar, por medio del esclarecim­iento, la justicia, la reparación del daño y la garantía de no repetición, hacia la pacificaci­ón plena y la reconcilia­ción en el país.

Newspapers in Spanish

Newspapers from Mexico