De más de 45 años, uno de cada cinco internautas
Menos tecnologizados que los millennials, pero con más solvencia económica que muchos de ellos, los mexicanos que rebasan 45 años de edad representan la quinta parte de los internautas del país y su número sigue en ascenso.
Doce por ciento de usuarios de la red tienen entre 45 y 54 años de edad, y 8 por ciento rebasan los 55. En conjunto representan 20 por ciento o la quinta parte del total de internautas mexicanos.
La cifra es mayor al 18 por ciento que representan los jóvenes de 18 a 24 años y casi equiparable al 22 por ciento de quienes tienen entre 25 y 34 años, según estadísticas de la Asociación de Internet MX.
Hay consumidores que pertenecen a la llamada generación baby boomers (1945-1964) y también los primeros de la generación X (1965-1979), quienes “siguen siendo fans de ir a tiendas y comprar directamente sus productos, pero por sus hijos y sobrinos incursionan en medios digitales para comunicarse con parientes y amigos, y de ahí se avientan a comprar y usar otros medios. Se adaptan rápidamente porque les resulta cómodo”, asegura Cui Arroyo, vicepresidente de operaciones de e-commerce de Walmart.
La Ciudad de México
Las compras en línea se ubican como la décima actividad principal que los mexicanos llevan a cabo en la red. En promedio, 26 por ciento realizan compras por esa vía cada mes y 19 por ciento lo hacen mediante su teléfono celular, precisa la Asociación de Internet MX.
En compras de supermercado el promedio nacional baja a 18 por ciento de usuarios que recurren a esa vía, de los cuales 80 por ciento argumentan que les resulta más práctico, 47 por ciento consideran que hacen mejores promociones y ofertas y a 23 por ciento les resulta más confiable.
Sin embargo, el promedio nacional de 18 por ciento se debe principalmente a que en la Ciudad de México 33 por ciento de internautas compran en supermercados, en contraste con los porcentajes de uno y dos por ciento registrados en 21 estados o de cero en tres entidades: Nuevo León, Morelos y Campeche.
En el estado de México 12 por ciento de usuarios hacen compras en línea en supermercados, en Jalisco 7 por ciento, en Sinaloa 5 por ciento, en Puebla, Querétaro y San Luis Potosí 4 por ciento, y en Veracruz 3 por ciento.
El caso Walmart
Walmart, la cadena de supermercados más grande que opera en el país, incursionó en el comercio en línea durante la primera década de este siglo, pero apenas hace seis años comenzó a invertir intensamente en el segmento y forma parte de las cinco firmas en el país que más venden por Internet.
El año pasado sus ventas en línea crecieron 40 por ciento respecto de 2017, al llegar a 8 mil 570 millones de pesos, pero ese monto representó sólo 1.4 por ciento del total.
El 24 de junio pasado lanzó la opción para que sus clientes de Superama pidieran despensa y otros productos a través de WhatsApp y recibieran su mercancía en el domicilio que determinaran, sea casa o trabajo. El lanzamiento ocurrió menos de dos semanas después de que la Comisión Federal de Competencia Económica no le autorizó la compra de CornerShop, aplicación de entrega de comestibles y otros productos que se venden en supermercados.
Las ventas por WhatsApp han superado las expectativas de la empresa, sostuvo Cui Arroyo, pero se abstuvo de ofrecer cifras por la reserva que Walmart está obligado a guardar por cotizar en el mercado bursátil. Aclaró que esa opción no fue lanzada específicamente para la gente de más edad, pero sí hay personas de ese grupo que la utilizan e incluso dejó de hacer sus pedidos por teléfono para utilizar WhatsApp.
Si bien remarcó que no se pueden generalizar los comportamientos de compra de determinados grupos poblacionales, insistió en que las compras por Internet no desplazan a las que se realizan físicamente en las tiendas.
Ambas se complementan y así lo ha constatado Walmart, por ejemplo, con otra modalidad de compra que prefieren tanto sus clientes más veteranos como los más jóvenes: adquieren cualquier artículo o hasta la despensa por Internet, pero pasan a recoger su mercancía a la tienda.
“Por seguridad o comodidad mucha gente no quiere que les entreguemos en su casa y pasan por su pedido cuando van por los hijos, sobrinos o nietos a la escuela”, comentó.