Señala Tlachinollan pugnas entre alcalde de Tlapa y dirigente del FPM desaparecido
El activista Arnulfo Cerón Soriano, dirigente del Frente Popular de la Montaña (FPM), desaparecido el pasado 11 de octubre, tenía una confrontación abierta con el alcalde de Tlapa de Comonfort, Dionisio Merced Pichardo, del partido Morena, por lo que esta pugna debe ser una de las líneas de investigación del caso, consideró Abel Barrera Hernández, director del Centro de Derechos Humanos de la Montaña Tlachinollan.
Explicó que la disputa se originó porque Cerón Soriano exigió a la nueva administración municipal, iniciada el año pasado, cumplir un compromiso del gobierno pasado, de dejar un fondo de 26 millones de pesos para concluir obras.
Agregó que el anterior alcalde, el priísta Noé Abundis García, se comprometió a dejar dinero para que su sucesor, Merced Pichardo, continuara con los proyectos, pero cuando el frente empezó a demandar que se ejercieran esos recursos, el alcalde manifestó que su antecesor no le dejó dinero y retó a demostrar lo contrario.
A partir de ese momento, subrayó, se inició una confrontación entre Arnulfo Cerón y el edil, que en reuniones públicas y privadas se fue tornando ríspida.
En una ocasión, agregó, Cerón Soriano reveló que recibió llamadas telefónicas que le ordenaban dejar de pedir el cumplimiento de las obras. En algunas protestas de colonos y comerciantes, él y otros miembros del FPM fueron amenazados por desconocidos.
Entrevistado por teléfono, Abel Barrera informó que al mediodía de este domingo se ofició una misa en la catedral de Tlapa para pedir la presentación con vida de Cerón Soriano.
“Su actividad incomodó a ciertos sectores económicos en Tlapa y a varios grupos políticos, pero las investigaciones de la fiscalía del estado no dar resultados”, apuntó.
Alertó: “En Tlapa se vive un momento crítico, sobre todo por lo de Arnulfo, cuya desaparición fue anunciada. Encabezó luchas en el municipio desde hace años. Impulsó mucho la búsqueda de los 43 estudiantes de la Normal de Ayotzinapa y formó parte de la Asamblea Nacional Popular”.
El defensor de derechos humanos recalcó: “Hay un patrón de criminalización, agresión y amenazas contra Arnulfo, que se acrecentaron desde febrero, y con las movilizaciones y protestas, las amenazas subían de tono”.