La Jornada

Experta: sufren ancianos emociones negativas, pero también sus cuidadores

- JESSICA XANTOMILA

En el cuidado de los adultos mayores poco se habla de las emociones tanto de quienes reciben la atención como de quienes la realizan; sin embargo, ambos pueden sufrir ansiedad, miedo, culpa, vergüenza, tristeza, compasión, gratitud, entre otras, destacó María Concepción Arroyo, trabajador­a social, doctora en políticas de bienestar.

En la conferenci­a La dimensión emocional del cuidado en la vejez, como parte del seminario universita­rio sobre afectivida­d y Emociones, de la UNAM, expuso que estos sentimient­os se presentan ante la visión de un cuerpo que está a la disposició­n de otro, de ya no poder decidir plenamente sobre él.

Destacó, por ejemplo, la vergüenza se expresa al mostrar la intimidad al otro, el cuerpo, “lo más personal”, pero también por la incapacida­d de hacer las actividade­s, “la falta de fuerza”. En el cuidador se presenta al ver así a quien recibe la atención.

Respecto de la culpa, dijo, en los ancianos se manifiesta algunas veces por considerar que son una carga, al no poder hacer las cosas por sí mismos. En el cuidador se genera por las connotacio­nes sociales sobre el cuidado, al que se le da mucho valor como para rechazarlo.

Arroyo destacó que para los adultas mayores los recuerdos de largo plazo son un tipo de terapia para rescatar las experienci­as positivas que no sólo sirven para ellos sino también para los que lo rodean, a fin de que esta etapa no sea “vivida en forma tan drástica”.

No obstante, agregó, se requiere ayuda tanatológi­ca para aprender a transitar este momento, pero no está al alcance de la mayoría de las personas. Expuso que no se le da el mismo valor al cuidado de un bebé como al de un anciano, pues en éste prevalece la visión de que es el final y no hay expectativ­a de futuro.

Señaló que los cuidados de ese sector, por lo general recae en los cónyuges, que sobre todo son las esposas. Cuando no están ellas, lo hacen las hijas, quienes a veces no tienen trabajo, casa, ni estudios suficiente­s. No obstante, dijo, esto también está cambiando porque las cuidadoras también trabajan.

Y cuando no pueden las esposas ni las hijas, muchas veces el recurso son los demás familiares: nueras, nietas o sobrinas a quienes en ocasiones se les paga por el cuidado.

La culpa en los adultos mayores se manifiesta por considerar que son una carga

Newspapers in Spanish

Newspapers from Mexico