Murió Mario Bunge, filósofo argentino dedicado a combatir las seudociencias
Una de las eminencias argentinas de la filosofía, la epistemología y las ciencias exactas, Mario Bunge, murió el martes a los 100 años en la ciudad canadiense de Montreal, informó la prensa en Buenos Aires citando fuentes de la familia.
Bunge dedicó su vida profesional a la docencia y a combatir las seudociencias. Autor de más de 70 libros, fue galardonado con el premio Príncipe de Asturias en Comunicación y Humanidades, en 1982.
“Es más fácil seguir a quien dice que no existe la verdad que seguir a quien busca la verdad”, afirmó en una entrevista al diario argentino La Nación al festejar su centenario.
El académico se definía como filósofo realista, cientificista y sistemista; era defensor a ultranza del realismo científico y en más de una oportunidad expresó públicamente sus críticas a lo que denominaba seudociencias, entre las cuales incluía al sicoanálisis, la praxeología y la homeopatía, además de sus críticas contra corrientes filosóficas como el existencialismo, la fenomenología, el posmodernismo, la hermenéutica y el feminismo filosófico.
Tenía una visión crítica de los filósofos existencialistas porque consideraba que “desprecian la ciencia y la matemática”, según reseñaron varios medios argentinos.
Con más de 50 años de residencia en Canadá, donde fue profesor en la Universidad McGill, señaló que siempre se negó a aceptar verdades que no se basen en evidencias científicas.
Acerca del rechazo contemporáneo al pensamiento científico, refirió que “se ve debido a la influencia del presidente (Donald) Trump, quien no cree en la verdad”.
Bunge estudió física y matemática en la Universidad Nacional de La Plata. Fue enemigo del oscurantismo y propugnó por una filosofía que denominó “materialismo sistémico”. Recibió más de 20 doctorados honoris causa, además el Guggenheim Fellowship y el Premio Ludwig von Bertalanffy, entre otros.