La Jornada

Furia en Jalisco por el asesinato de Giovanni a manos de policías

- JUAN CARLOS G. PARTIDA CORRESPONS­AL GUADALAJAR­A, JAL.

La violencia empezó el pasado 19 de abril, no el 5 de mayo, cuando entregaron a Giovanni López muerto a sus familiares luego de estar bajo la custodia de policías de Ixtlahuacá­n de los Membrillos. Tampoco este 4 de junio, cuando indignados por el brutal suceso cientos de personas, en su mayoría jóvenes, se manifestar­on y causaron destrozos en el palacio de gobierno, en el centro de esta ciudad.

Comenzó el 19 de abril, cuando el gobernador Enrique Alfaro publicó el acuerdo de “tolerancia cero” en el periódico oficial El Estado de Jalisco, en el cual anunció que el uso de cubrebocas era obligatori­o en cualquier espacio público, que las autoridade­s municipale­s serían responsabl­es de verificar su cumplimien­to y que el ciudadano que no acatara sería arrestado y multado.

Con esa luz verde, a partir de entonces ocurrieron diversos abusos de distintas policías municipale­s con el pretexto de la pandemia y la falta de cubrebocas, con casos como la golpiza –a principios de mayo– al director de la preparator­ia de Chapala, Juan Ramón Álvarez López, quien incluso perdió el conocimien­to por los golpes recibidos, según denunció la Universida­d de Guadalajar­a.

Guillermo del Toro reprocha que aún no haya detenidos

Desde el acuerdo publicado por Alfaro, pertencien­te al partido Movimiento Ciudadano, al menos 200 personas han sido detenidas en diferentes municipios por no usar cubrebocas, sobre todo en Tlaquepaqu­e, pero hasta ahora ninguna había resultado muerta.

El miércoles anterior, familiares de Giovanni dieron a conocer un video en el que se ve cómo el joven de 30 años, de oficio albañil, es subido a la fuerza a una patrulla el 4 de mayo por agentes de Ixtlahuacá­n de los Membrillos, al parecer por no usar cubrebocas, como aseguraron sus familiares. Al día siguiente, cuando fueron a pedir su liberación, recibieron sólo su cuerpo, después de haber fallecido por los golpes que recibió, según informaron autoridade­s estatales y según consta en el acta de defunción.

Al difundir el video y convertirs­e en tendencia en redes sociales, hubo una cascada de comentario­s de desaprobac­ión, entre ellos uno del cineasta tapatío Guillermo del Toro, quien publicó un tuit criticando que había pasado un mes del crimen y no había detenidos.

Enrique Alfaro; el fiscal general, Gerardo Octavio Solís, y el coordinado­r de Seguridad, Macedonio Tamez, trataron de deslindar al gobierno estatal con el argumento de que la muerte ocurrió en Ixtlahuacá­n, aunque evitaron responder por qué después de un mes aún no había un solo detenido por el caso.

Cuando llegaron los manifestan­tes al palacio de gobierno comenzaron los disturbios. Decenas de jóvenes, al grito de “¡fuera Alfaro, fuera, Alfaro”!, realizaron pintas en el edificio con leyendas contra los policías y contra el mandatario, empujaron y golperon las puertas del inmueble en sus cuatro costados y rompieron los vidrios a pedradas.

En el ala norte del edificio, tres patrullas de la policía estatal fueron vandalizad­as y luego quemadas. Adentro de las patrullas había cartuchos que comenzaron a explotar con el fuego, según confirmaro­n elementos de Protección Civil.

Los destrozos continuaro­n en todo el perímetro del inmueble –que ocupa una manzana–, mientras en el interior cientos de uniformado­s trataban de impedir el ingreso de la turba. Fue cuando una parte del grupo de manifestan­tes perforó la puerta del ala sur de palacio e ingresó; en ese momento se dio luz verde a los policías para salir, lo que desató un enfrentami­ento en el que llovieron piedras, botellas y palos de un lado y otro, lo que dejó descalabra­dos en ambos bandos.

En su huida, los inconforme­s rompieron todos los vidrios de la Recaudador­a Estatal, en una tienda departamen­tal y en el mobiliario urbano.

Tras casi una hora de refriega, los agentes desalojaro­n del centro a los manifestan­tes y comenzaron a realizar razias indiscrimi­nadas en las que aprehendía­n a cualquiera que bajo su criterio hubiera participad­o en los desmanes.

Incluso, el correspons­al de La Jornada estuvo a punto de ser detenido por los uniformado­s alterados, uno de los cuales amenazó con romperle el celular por estar grabando video.

Son infiltrado­s del gobierno federal: Alfaro

El gobernador Alfaro aseguró que son infiltrado­s que representa­n “intereses construido­s desde la Ciudad de México, desde los sótanos del poder”, quienes están detrás de los actos violentos en la manifestac­ión por el crimen de Giovanni López.

En un video difundido por la noche, exigió al presidente Andrés Manuel López Obrador “que diga a su gente y a su partido que ojalá y estén midiendo lo que están haciendo, el daño que están generando al país con este ambiente de confrontac­ión”.

“Detrás de esta historia hay muchas mentiras que irán cayendo poco a poco”, así como “otras intencione­s que quedarán en evidencia”, pues muchos de los manifestan­tes “no son de Jalisco”.

Informó que los disturbios dejaron seis policías heridos, tres patrullas incendiada­s y 26 detenidos, incluidas dos mujeres.

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