Pueblos indígenas rechazan “inoportuna” visita del Presidente
Pueblos y organizaciones civiles de Oaxaca y Veracruz rechazaron la visita del presidente Andrés Manuel López Obrador a tierras veracruzanas del 5 al 7 de junio, para dar el banderazo de inicio de las obras del Corredor Interoceánico del Istmo de Tehuantepec.
En una misiva, los suscritos afirman que la visita del mandatario es inoportuna”, porque el país se encuentra en una crisis sanitaria y se aprovecha de ello para anunciar la reconstrucción del tren transístmico, una obra plagada de irregularidades y abusos, señalan.
Aseguran que dar un “banderazo” de inicio a la remodelación de las vías férreas del Tren Transístmico en medio de una situación que asuela al corredor urbano industrial de Coatzacoalcos, Minatitlán y Cosoleacaque no es lo más adecuado en este momento, porque se violenta el derecho a la libre determinación de los pueblos indígenas, que no fueron debidamente informados para tomar sus propias decisiones.
“Sabemos que hubo presencia intimidatoria del Ejército dentro y fuera del recinto donde se realizó la supuesta asamblea consultiva; todo estuvo plagado de irregularidades y ahora, con tanta algarabía en medio de una pandemia, el presidente López Obrador llega y quiere poner en marcha una obra que no queremos porque no nos consultaron”, expuso Carlos Beas
Torres, asesor de la Unión de Comunidades Indígenas de la Zona Norte del Istmo.
La carta está firmada por el Centro de Derechos Humanos de los Pueblos del Sur de Veracruz Bety Cariño, el Centro de Derechos Humanos Josefa Ortiz, la Asamblea de Pueblos Indígenas del Istmo en Defensa de la Tierra y del Territori o Ciarena y Mujeres Indígenas, entre otros.
En la consulta realizada el 31 de marzo del año pasado en Oteapan, Veracruz, y en el Istmo de Tehuantepec, no se cumplieron con los estándares del derecho a la consulta estipulados en el Convenio 169 de la Organización Internacional del Trabajo y el artículo segundo de la Constitución, que señalan que debe ser previa, informada, de buena fe y en el idioma de cada comunidad antes de iniciar el proceso de licitación.
Recalcaron que en voz de las autoridades comunales y elegidas por asambleas, se les notificó que si no avalaban el proyecto del ferrocarril no se les iba a aprobar los proyectos de obras que necesitan para sus comunidades.
Los inconformes señalaron que a este megaproyecto se añade la construcción de más parques eólicos e hidroeléctricas, y se unen empresas privadas en la exportación, transformación y transportación de hidrocarburos por métodos convencionales y por fracking, en actividades de minería toxica y la instalación de por lo menos 10 parques industriales con la ampliación de la infraestructura eléctrica que requieren.