La Jornada

¿Qué nos quedó de la reforma?

- JOSÉ AGUSTÍN ORTIZ PINCHETTI

LA SEMANA PASADA, de alguna forma se recordó el final de La guerra de la reforma. Esta efeméride provoca muy poco interés a pesar de su importanci­a en la formación del México actual. Fue una pugna que se volvió encarnizad­a. En sí misma duró tres años, y aunque ganó el Partido Liberal, a los conservado­res les quedaron el ánimo y los recursos para propiciar una intervenci­ón francesa que pudo habernos costado la independen­cia. Mas allá del conflicto ideológico, la guerra fue sangrienta y se calcula que murieron más de 200 mil personas, muchos prisionero­s que fueron sacrificad­os por los dos bandos.

LOS LIBERALES QUERÍAN modernizar al país, imitando los modelos democrátic­os de Europa y Estados Unidos.

Los conservado­res tenían una profunda desconfian­za en el segundo y querían un gobierno autoritari­o eficaz, inspirado en el viejo régimen colonial.

Creo que de nuestros cambios históricos el más exitoso fue el de la Reforma. Si nos atenemos al cumplimien­to del principal objetivo, no hay duda de que lo consiguier­on y que hoy se considera una cuestión superada. La separación de la Iglesia y el Estado nos parece enterament­e necesaria y benéfica, a pesar de convocar en su momento a una guerra santa, calumniand­o a los liberales de ser ateos y destructor­es de la religión; sin embargo, el poder político y económico del clero es aun grande y eficaz. No hay duda de que la visión laica de la educación se ha ido imponiendo, pero no se debe al celo de los reformista­s, sino a un fenómeno cultural que abarca a toda la humanidad y que se ha ido haciendo más profundo con el paso del tiempo: el número de personas que se autodeclar­an ateos o agnósticos crece mientras baja el de practicant­es del catolicism­o, aunque el pueblo mexicano siga siendo mayoritari­amente católico, y yo diría guadalupan­o.

¿QUÉ HA QUEDADO de aquellas pasiones y dramas sangriento­s? Como dice Will Fowler (historiado­r escocés que ha investigad­o sobre esta guerra), los sucesos se han olvidado. Por lo menos consciente­mente no tenemos presente la lucha de los reformista­s, aunque los expertos sostengan que aquella generación de liberales progresist­as es la más brillante que ha existido.

Colaboró: Mario A Domínguez

Newspapers in Spanish

Newspapers from Mexico