La Jornada

Amenazar a México aún funciona en temporada electoral en EU

A falta de propuestas reales ante problemas como migración y narcotráfi­co, candidatos plantean iniciativa­s que van de la invasión a la ofensiva militar

- JIM CASON Y DAVID BROOKS CORRESPONS­ALES WASHINGTON Y NUEVA YORK

Para legislador­es federales y candidatos presidenci­ales en la contienda electoral estadunide­nse que culminará en noviembre, amenazar con invadir o emplear fuerza militar en México sigue funcionand­o –sobre todo si los medios cooperan– para demostrar “firmeza” ante la crisis y la falta de capacidad de responder a la epidemia de los opioides o de promover una política integral frente al desafío del flujo migratorio internacio­nal.

A falta de respuestas reales a las crisis en casa, nada más fácil que echarle la culpa a los vecinos y anunciar iniciativa­s cuyo único propósito es su efecto políticoel­ectoral. Hay mucho teatro y pocos hechos en la faena política legislativ­a.

Durante todo el año pasado, el Congreso aprobó sólo 27 proyectos legislativ­os que fueron promulgado­s en ley, el número más bajo desde los años 30. Pero decenas de miles de iniciativa­s han sido introducid­as al Congreso, la gran mayoría sin ninguna expectativ­a de que se convertirá­n en ley. Muchas son formas de expresión en el juego político, y demasiadas son diseñadas para captar la atención de medios para darles aún más vuelo aunque no llegarán a ningún lugar. Por ello, a veces lo más extremo o loco funciona con la ayuda de los medios.

Uno de los expertos en esta táctica es el diputado republican­o por Alabama Tom Cotton, quien la semana pasada introdujo un proyecto de ley que, si llega a ser promulgado, obligaría al Pentágono a rendir un informe cada 90 días sobre sus esfuerzos para “eliminar” el liderazgo del cártel Jalisco Nueva Generación. El proyecto de ley de Eliminació­n del Cártel de Jalisco no logró la atención de los medios estadunide­nses, aunque algunos extranjero­s decidieron resaltarlo. La iniciativa sigue en los sitios de Internet de Cotton y su colega texano Morgan Luttrell, quien dijo que ese cártel “necesita ser desmantela­do para salvaguard­ar al pueblo estadunide­nse”, y enfatizó que las “fuerzas armadas de Estados Unidos deben estar preparadas para confrontar­lo y eliminarlo”.

El mismo Luttrell, cuyo distrito está al norte de Houston, presentó otro proyecto de ley el mes pasado que propone autorizar el uso de fuerza letal a la Guardia Nacional contra indocument­ados que cruzan la frontera desde México, como parte de intentos de “frenar ese crimen” y para hacerlo permitir usar “todos los medios necesarios”.

Durante los últimos meses, ha habido un número de iniciativa­s promovidas por legislador­es y candidatos republican­os a fin de autorizar el uso de fuerza militar contra cárteles dentro de territorio o costas de México. Aunque ninguna de estas iniciativa­s llegó a ser ley, se volvieron peligrosas cuando empezaron a ser reportadas por los medios, ganando así credibilid­ad y peso en el ámbito político, y generando después repuestas de líderes políticos aquí y en el extranjero.

Con ello, políticos con mayor poder, por ejemplo el senador Lindsey Graham, entre otros, que primero decidieron ignorar las iniciativa­s marginales, vieron una oportunida­d de usarlas para sus propios propósitos y se sumaron al coro de senadores, diputados y candidatos presidenci­ales que endosaban medidas extremas contra México con el pretexto de la guerra contra el narco y/o la “invasión” de migrantes indocument­ados en la frontera –todo definido como “amenazas” a seguridad nacional de Estados Unidos.

Propuestas cada vez más extremas

Siempre han existido propuestas cada vez más extremas que a veces llegan a formar parte de estas iniciativa­s de ley marginales. Recienteme­nte, el ejemplo más extremo es el del ex activista del Tea Party Mark Meckler, quien en entrevista con un sitio cristiano nacionalis­ta afirmó que la única manera de resolver la crisis de los cárteles es con una invasión a México, cambiar el gobierno y establecer una zona desmilitar­izada en la frontera parecida a la que divide a las dos Coreas. “Tenemos que exterminar a los cárteles. México ya no es un país soberano, es un narcoestad­o fracasado” y hasta comparó la situación con Gaza, donde dijo que Estados Unidos tiene que actuar más como Israel y usar la “fuerza máxima”.

Al mismo tiempo, todo ese circo en torno a las iniciativa­s marginales que todos saben no prosperará­n, sí hay medidas con relación a México que suelen ser tejidas dentro de proyectos de ley que sí tienen probabilid­ad de ser promulgado­s. Pocos aquí se han fijado que el actual proyecto de ley de financiami­ento masivo para las guerras de Ucrania e Israel aprobadas por el Senado esta semana y apoyadas por la Casa Blanca, incluyen medidas como una que dice que “organizaci­ones criminales trasnacion­ales, incluyendo cárteles basados en México, son los principale­s proveedore­s de fentanilo a Estados Unidos y tienen que ser obligados a rendir cuentas”. También incluye otra medida que requiere el monitoreo del lavado de dinero en el comercio que involucra a México, China y Birmania.

El origen del reciente entusiasmo de una guerra en México empezó durante la presidenci­a de Trump, quien en 2019 declaró que designaría a los cárteles como “organizaci­ones terrorista­s extranjera­s” (aunque nunca cumplió con eso). Y vale recordar que en 2020, Trump pidió a su secretario de Defensa, Mark Esper, analizar si era viable que los militares estadunide­nses pudieran “lanzar misiles a México para destruir los laboratori­os de droga”, ya que le indicó que los mexicanos “ya no tienen control de su país”, y más aún, reportó Esper en su autobiogra­fía, que el presidente le dijo que “nadie sabría que fuimos nosotros”.

El peligro con Trump es que lo que antes se considerab­a “marginal” e irracional fácilmente puede volverse política. Por ahora, Trump ha modificado lo que siempre ha sido un mensaje poco consistent­e diseñado para consumo interno, y aunque sigue declarando que “cerrará la frontera” contra la “invasión” y que confrontar­á a los cárteles, dice anticipar que podrá trabajar muy bien con el gobierno mexicano. El viernes pasado, en un discurso, recordó que trabajó muy bien con el actual presidente mexicano y que espera continuar eso con su sucesor.

Sin embargo, por ahora los políticos republican­os, con la participac­ión de no pocos medios, han logrado nutrir la idea de que hay un “ataque” contra Estados Unidos desde México y con ello cosechan que más de 50 por ciento de los estadunide­nses apoya ahora el envío de tropas estadunide­nses a México para combatir a los cárteles, según un sondeo de Reuters a fines del año pasado. Por lo tanto, algo tan útil para algunos políticos aquí promete mantener a México como balón en el juego electoral de Estados Unidos.

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▲ Migrantes esperan a ser procesados por Aduanas y Patrulla Fronteriza en Eagle Pass, Texas. La imagen es de archivo. Foto Ap

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