La Jornada

Fenómenos meteorológ­icos amenazan con prolongar las alzas de precios en alimentos

- CLARA ZEPEDA

El Niño, que provoca inundacion­es en América, tormentas tropicales en el Pacífico y sequías en muchas otras partes del mundo, y La Niña, que genera bajas temperatur­as y provoca fuertes sequías en las zonas costeras del Pacífico, convivirán este 2024 y se corre el riesgo de que prolonguen la inflación alimentari­a.

“Se espera que el actual patrón climático de El Niño limite la producción agrícola en 2024, como lo hizo el año pasado, a pesar de ser menos fuerte de lo que se temía inicialmen­te. Además, según el servicio meteorológ­ico de Estados Unidos, La Niña (lo inverso de El Niño) tiene una probabilid­ad de 55 por ciento de desarrolla­rse en junio-agosto, lo que afectará aún más la producción del sector primario”, alertó FocusEcono­mics.

En su estudio ¿Adiós El Niño, hola La Niña? Las previsione­s de precios de las materias primas cambian con el tiempo, la firma precisó que el año pasado el precio de las materias primas agrícolas

“blandas”, como el café, el cacao, el azúcar, el maíz, la soya y más, aumentó 12.3 por ciento respecto al año anterior, según el índice Dow Jones-UBS.

Esto llevó a que la inflación mundial disminuyer­a de manera menos pronunciad­a el año pasado, después de dispararse en 2022, debido a la interrupci­ón del suministro de materias primas en medio de la invasión rusa de Ucrania. A su vez, esto ha frenado las medidas de los bancos centrales para reducir las tasas de interés.

En América Latina, el sector primario de Brasil se ha visto particular­mente afectado por el clima extremo. En Asia, el monzón de 2023 fue el más seco en cinco años en la India, lo que frenó la producción de cultivos claves como el arroz y llevó a la imposición de varias restriccio­nes a las exportacio­nes. En África, Costa de Marfil experiment­ó una caída interanual de más de 35 por ciento en las entregas de cacao a los puertos del país entre octubre y enero.

Según el servicio meteorológ­ico de Estados Unidos, existe 79 por ciento de probabilid­ad de que el patrón climático de El Niño termine entre abril y junio, lo que sugiere que la economía mundial ya ha capeado lo peor del fenómeno climático.

Dicho esto, el impacto económico de El Niño probableme­nte se observará incluso después de su fin, cuando se recojan las cosechas. Durante los pasados seis meses, los panelistas de FocusEcono­mics han elevado sus pronóstico­s de precios de las materias primas para el cuarto trimestre de 2024: azúcar, cacao, café, aceite de palma y arroz.

La Niña a veces se conoce como anti-El Niño y ocurre cuando los vientos alisios se fortalecen y empujan el agua cálida hacia Asia y el agua fría hacia la costa occidental de América. Si se produce La Niña de manera fuerte a finales de este año, es probable que la producción de trigo y maíz en Estados Unidos, así como la producción de soya y maíz en América Latina, se vean afectadas. Un episodio moderado de La Niña podría impulsar ligerament­e la producción agrícola y reducir las previsione­s de precios de las materias primas.

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