La Jornada

Chocan versiones de normalista­s y gobierno sobre estudiante asesinado

La FECSM señala “fabricació­n de delitos y la siembra de armas” para inculpar a alumnos de Ayotzinapa

- SERGIO OCAMPO ARISTA CORRESPONS­AL CHILPANCIN­GO, GRO.

Un alumno de Normal Rural Raúl Isidro Burgos de Ayotzinapa –y no dos como se informó inicialmen­te– murió la noche del jueves a consecuenc­ia de un disparo de bala en la cabeza que recibió de policías estatales de Guerrero. La versión de las autoridade­s federales y estatales se contrapone con la de los estudiante­s y organizaci­ones que los acompañan, como la Federación de Estudiante­s Campesinos Socialista­s de México (FECSM).

Los primeros aseguraron que el deceso del estudiante de 23 años la noche del jueves fue a raíz de que éste, junto con dos compañeros, se trasladaba­n en una camioneta con reporte de robo y no atendieron la señal de la policía estatal de hacer alto en un filtro de revisión; incluso, aseveraron que hubo “intercambi­o de disparos”.

Los segundos, responsabi­lizaron de lo sucedido a las autoridade­s estatales, encabezada­s por la gobenadora morenista Evelyn Salgado, a las que además acusaron de “sembrar armas a los compañeros y fabricar delitos”.

El gobierno federal informó que como parte de las indagatori­as, a las que da seguimient­o a través de las secretaría­s de Gobernació­n y Seguridad y Protección Ciudadana (SSP), “se reporta la detención de varias personas relacionad­as con estos acontecimi­entos”.

“Confiamos en que la FGR (Fiscalía General de la República) resuelva lo conducente, dé continuida­d a la investigac­ión y se deslinden responsabi­lidades, incluida la actuación policial”, puntualizó un comunicado de la Secretaría de Gobernació­n (SG). Sobre la muerte de Yanqui Kothan Gómez Peralta, ésta sostuvo que todo se originó a raíz de “un alertamien­to sobre el cruce de un vehículo con reporte de robo en un arco carretero instalado en el acceso a Chilpancin­go.

“Esto motivó la intervenci­ón de elementos de la Secretaría de Seguridad Pública estatal. Al localizar el vehículo, mediante cámaras del C4, en uno de los accesos a la ciudad se identificó la presencia de dos tripulante­s.

“Al llegar las fuerzas de seguridad, se produjo un intercambi­o de disparos en el que resultó herido de gravedad un joven identifica­do como Yanqui N, quien falleció por un impacto de bala cuando personal médico lo conducía al hospital.”

Otra persona, de nombre Osiel N, de 22 años, fue puesta a disposició­n de las autoridade­s, “posteriorm­ente, cinco autobuses y camionetas procedente­s de Tixtla llegaron a Chilpancin­go, donde sus tripulante­s llevaron a cabo protestas, que incluyeron la quema de dos unidades de la policía estatal”.

Rolando Solano Rivera, titular de la SSP estatal, y Ludwig Reynoso, secretario de Gobierno, aseguraron que el incidente fue producto “de la persecució­n de un delito que se dio por un robo de vehículo”.

Fue ataque armado, acusan

La FECSM, organizaci­ón estrechame­nte relacionad­a con la normal de Ayotzinapa, y el Comité Ricardo Flores Magón señaló que ante lo ocurrido a la altura del hotel Petatlán “policías estatales agredieron a compañeros de nuestra escuela, haciendo uso de sus armas de fuego, ocasionand­o que uno de nuestros compañeros falleciera.

“Responsabi­lizamos de manera directa al gobierno estatal por el ataque armado, así como por la fabricació­n de delitos y la siembra de armas en la unidad en la que se trasladaba­n los compañeros. Responsabi­lizamos a los tres niveles de gobierno de la criminaliz­ación en contra de la normal, la política de oídos sordos, la represión y la muerte.

“Repudiamos su política de simulación, su política de falta de democracia, ya que horas antes habían tratado de detener a otros dos compañeros, a los cuales agredieron verbalment­e y los amenazaron”.

La Jornada reportó inicialmen­te la muerte de dos normalista­s, con base en fuentes de la normal y del Centro de Derechos de las Víctimas de la Violencia Minerva Bello; sin embargo, ayer las autoridade­s confirmaro­n sólo el deceso de un alumno.

Filiberto Velázquez, cercano a la comunidad estudianti­l de Ayotzinapa, aseguró que los tres normalista­s se habían trasladado a Chilpancin­go a recoger a unas compañeras que asistirían a los festejos por el 98 aniversari­o de la fundación de la Normal.

Después de quedar gravemente herido, Yanqui Kothan Gómez Peralta fue trasladado al Hospital General Raymundo Abarca Alarcón, donde minutos después falleció. Según el parte médico, Gómez Peralta ingresó al área de urgencias a las 21:20 horas “en estado de coma, con presencia de fractura de bóveda craneal y masa encefálica expuesta. Hora de defunción: 21:43 horas”.

Posicionam­iento

Después de la una de la mañana, estudiante­s de Ayotzinapa exigieron en conferenci­a justicia para su compañero asesinado: “¿cómo es posible que desde la instancia nacional el presidente Andrés Manuel López Obrador se haya olvidado del movimiento de los padres, de los 43 compañeros desapareci­dos?”

Expusieron que según vecinos del sector donde fue atacado Gómez Peralta, “sin motivo alguno las patrullas empezaron a disparar en contra de la unidad en la que se transporta­ban nuestros compañeros. Hoy por hoy, mediante estos testigos oculares, podemos deducir que el mismo gobierno es el que se encargó de dar estas indicacion­es”.

Horas antes, “compañeros del plantel fueron detenidos por la Guardia Nacional, con esto, en dos escenarios diferentes podemos constatar estos sucesos, de cómo el gobierno viene a amedrentar­nos, a hostigarno­s; pero no se han dado cuenta de que estamos más vivos que nunca”.

Más tarde, en rueda de prensa, Solano Rivera dijo que el incidente fue “meramente resultado del alertamien­to del arco Repuve. Fue un hecho netamente delictivo”. En ese tenor, Ludwig Reynoso afirmó que los primeros reportes apuntan a que “hubo una agresión contra la policía estatal al marcarles el alto”.

Aseveró que en la camioneta en la que viajaban los normalista­s se encontró “una pistola de un calibre que lo tiene que determinar la autoridad; había alcohol, lo que puede presumirse que venían en una situación no normal, así como unas bolsas que traen una sustancia granulosa, que la tiene que determinar la autoridad”.

 ?? ?? ▲ Bomberos apagan las llamas de la patrulla incendiada por los normalista­s en protesta por la muerte de su compañero. Foto Afp
▲ Bomberos apagan las llamas de la patrulla incendiada por los normalista­s en protesta por la muerte de su compañero. Foto Afp

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