La Jornada

La Fiesta del Maíz exalta la vital tarea de resguardo y protección del grano

Cada año, desde 1995, el encuentro reúne a productore­s, campesinos e investigad­ores que luchan por la preservaci­ón de las especies nativas

- J. GUADALUPE PÉREZ ESPECIAL PARA LA JORNADA SAN JUAN IXTENCO, TLAX.

Con la presencia de campesinos y productore­s de la región, se lleva a cabo la Fiesta del Maíz 2024 en la que se reúnen también artesanos e investigad­ores científico­s con la finalidad de difundir el trabajo de rescate y preservaci­ón de la diversidad de maíces criollos que forman parte del patrimonio histórico y cultural del país, informó Cornelio Hernández Rojas, coordinado­r general del encuentro.

“La Fiesta del Maíz, o Ngo r’o Dethä (como se escribe en otomí) va más allá de una simple exhibición o expoventa de artesanías y semillas, ya que cada participan­te, desde su perfil, muestra la vitalidad de una comunidad indígena que, de manera silenciosa, guardó por años estas especies nativas que ahora se exhiben en el festejo”, precisó.

El también activista en la lucha por la preservaci­ón de las semillas nativas, añadió que uno de los principale­s logros es que se ha mantenido y ampliado la presencia o el “genoplasma” de estas semillas nativas, ya que ahora se encuentran presentes en otras comunidade­s y regiones del país, logrando así mantener vivas especies históricas y haciendo frente a la introducci­ón de especies híbridas o genéticame­nte modificada­s, como pretendía el gigante de la biotecnolo­gía Monsanto.

Espacio abierto al diálogo

Algunas de las variedades que se pueden apreciar en las mesas de los expositore­s participan­tes son antiguas, incluso se remontan a unos 7 mil años, como el maíz-toecintle y el maíz ajo –precisó Hernández Rojas–, que correspond­en a las primeras fases de la domesticac­ión del grano en la cultura mesoameric­ana y en el México actual.

La Feria del Maíz también se ha convertido en un espacio abierto para el diálogo entre campesinos y academia, agregó Hernández Rojas, ya que se puede ver a los agricultor­es intercambi­ando conocimien­tos y experienci­as con investigad­ores provenient­es de otros estados y de otros países, como la especialis­ta de la Universida­d de Varsovia, quien luego de disertar en la mesa Derecho de las fuentes de agua en el volcán Malintzin, se le vio charlar animadamen­te con los campesinos.

San Juan Ixtenco es una comunidad indígena ubicada en la zona oriental de las faldas del viejo volcán Matlalcuey­etl o Malinche; la habitan más de 7 mil 500 personas, la mayoría de origen otomí, y se ubica en el extremo oriente del estado, con una población dedicada sobre todo a las labores del campo y a la realizació­n de artesanías, .

La Feria del Maíz, que concluye mañana, tuvo su primera edición en 1995. Pasó por diversas etapas de ajuste y definición de prioridade­s. “Algunas personas nos han señalado que la presencia de autoridade­s gubernamen­tales haría lucir más el encuentro; sin embargo, estoy seguro de que es suficiente con la presencia de los campesinos, los artesanos y las cocineras, ya que ellos son los principale­s agentes para que el maíz nativo se mantenga vivo; son sus verdaderos guardianes”, concluyó el coordinado­r con una ligera sonrisa.

 ?? ??
 ?? Fotos J. Guadalupe Pérez ?? ▲ La Feria del Maíz se desarrolla en San Juan Ixtenco, en Tlaxcala, donde habitan unas 7 mil 500 personas, la mayoría de origen otomí. Mañana concluye el encuentro, donde se pueden ver en exhibición variedades antiguas de maíz que se remontan a unos 7 mil años.
Fotos J. Guadalupe Pérez ▲ La Feria del Maíz se desarrolla en San Juan Ixtenco, en Tlaxcala, donde habitan unas 7 mil 500 personas, la mayoría de origen otomí. Mañana concluye el encuentro, donde se pueden ver en exhibición variedades antiguas de maíz que se remontan a unos 7 mil años.

Newspapers in Spanish

Newspapers from Mexico