Una vez más alzan su voz contra la violencia porque “poco ha cambiado”
TAMBIÉN salieron a marchar, en compañía de sus mamás, cientos de niños, quienes gritaban consignas en favor de las mujeres; de los colectivos más activos, contra la violencia vicaria
Miles de mujeres, entre ellas niñas, jóvenes y adultas mayores, recorrieron las calles del centro de la CDXM alzando la voz para pedir justicia por las desaparecidas, denunciando y apoyando a quienes han sufrido por algún tipo de violencia y exigiendo a las autoridades trabajar para mejorar la seguridad y las leyes. contra todas las mujeres que lo enfrentaron.
Posteriormente, policías lo retiraron del lugar y lo presentaron ante el MP
En redes sociales hubo reacciones encontradas: unos condenaron sus acciones y otros dijeron que actuó en defensa propia.
de la Mujer, nos unimos al llamado de la ONU de invertir en las mujeres, acelerar el progreso, porque juntas y con autonomía somos más fuertes”, externó.
Dijo que la marcha de ayer “está mucho mayor nutrida por madres, debido a las diferentes violencias que viven, ya que ellas están despertando”.
Subrayó que el 30 por ciento de las maternidades del país son mamás autónomas, lo que significa que una tercera parte de las y los niños no tienen papá.
Destacó que aunque con la lucha se ha logrado quitar pasaportes y licencias de conducir a deudores alimentarios, no resuelve la necesidad de las madres, pero “es un paso”. Igual se busca quitar la matrícula consular para que cuando entren a Estados Unidos no tengan una licencia de conducir si están demandados como deudores en México.
Argumenta que en esta marcha se sumaron muchas más madres debido a que la violencia vicaria va en aumento y la razón es “que antes no se daban cuenta que vivían ese tipo de violencia, antes no detectaban que se debía exigir la pensión o por otro lado no se daban a la tarea si quiera de levantar una denuncia y ahora gracias a que salimos a las calles lo hacen”.
Más tarde el colectivo Ley Sabina
Nacional denunció a sus deudores alimentarios por medio de un tendedero y pancartas sobre el suelo. Entre consignas, exigieron que las autoridades dejen de perpetuar las prácticas patriarcales que las llevan a vivir dicho tipo de violencia.
“Se funan deudores, violentadores, fraudulentos o sabandijas que deban pensiones. Se funan deudores, abandonadores, irresponsables”, fueron algunas de las frases que se pronunciaron.
A decir de colectivos, este año se notó una mayor presencia de infancias que acudieron a gritar junto a sus madres. Durante al menos siete horas consecutivas, las mujeres seguían llegando a la plancha del Zócalo, a pesar de la caída de la noche.
Fue el mismo tiempo durante el cual integrantes del Bloque Negro intentaron derribar las vallas que blindaban la Catedral y el Palacio Nacional, a las que azotaron con martillos, que se intentaron forzar con cinceles, tubos, cadenas y que por la noche fueron incendiadas.
POR LA MAÑANA, el Presidente exhortó a las manifestantes a marchar de manera pacífica, sin usar capuchas, ni arrojar piedras o bombas molotov a la policía o inmuebles.
La manifestación feminista albergó otros conflictos sociales, como el de Oriente Medio, pues banderas de Palestina y exigencias para la libertad de su población se hicieron notar entre la multitud. Una mujer con una camiseta blanca, sobre la cual pintó la bandera de Israel, fue expulsada de la marcha por parte de quienes acusan a aquel país de cometer actos genocidas que han acabado con la vida de miles de inocentes.
Sobre el templete en el que se exponían denuncias de agresores y autoridades impunes, llegó el caso Iguala. Una mujer subió a nombre de la Sección XXII de la CNTE para denunciar el ataque a dos normalistas ocurrido la noche anterior.
“Casi al término de este sexenio la impunidad persiste y la incompetencia gubernamental es evidente. Es inadmisible que el Gobierno, en lugar de mostrar empatía ante esas madres de familia con esas madres que sufren por la desaparición de sus hijos, opte por la indiferencia y, peor aún, inicie campañas infundadas para desacreditar el movimiento, desviando la atención de su propia responsabilidad, como una táctica cínica y falaz”, exclamó.
Al finalizar la marcha, el ERUM dijo que al corte de las 20:00 horas atendió a 135 personas, 91 civiles y 44 policías que estaban en la marcha. De entre los hospitalizados, hubo una que sufrió un infarto, una amenaza de aborto y otra intoxicada por ingesta de solvente.