Rusia arderá
Un quinto lugar en la tabla de clasificación de la FIFA se dice fácil. La realidad es que no lo es y Bélgica ha demostrado desde el Mundial pasado en Brasil que tiene hambre y ganas de superar lo hecho en 2014. Aquellos cuartos de final ante Argentina quedaron en el olvido y buscan la revancha de llegar más lejos en una Copa del Mundo. Fue Gonzalo Higuaín quien mandó al infierno europeo todas las aspiraciones que estos demonios tenían de brillar en las playas tropicales de Brasil. Casi de último minuto se les esfumó la opción del alargue y poder soñar con otra semifinal, tal fue el caso de la edición de 1986 celebrada en nuestro país.
Rusia les pinta buena cara, pues su plantilla base es la misma que en la edición pasada. Ya con más experiencia, jugadores como Eden Hazard, Kevin de Bruyne y Romelu Lukaku quieren mostrar el aprendizaje adquirido durante los últimos cuatro años. La mayoría de sus jugadores brilla en su club y son claros referentes para las aspiraciones que buscan en sus respectivas ligas, ahora es el momento en el que Roberto Martínez ponga todo en orden y sepa conjugar ese talento de manera grupal.
Van apenas ocho ediciones en la que los Diablos Rojos se ausentan de la máxima competición de futbol en el globo terráqueo. Fue en 1950, 1958, 1962, 1966, 1974, 1978, 2006 y 2010 donde el país de la cerveza y los waffles no pudo colarse y se perdió la oportunidad de demostrar de qué están hechos.
Ahora, en continente europeo van a querer sentirse como en casa, pues se espera que una buena cantidad de su afición haga el viaje a Rusia.
La fase de grupos la pasaron invictos. Apenas tuvieron un empate de los 10 juegos que otorgan la clasificación a las Selecciones de UEFA, así que con ese ánimo van a llegar al Mundial.
Sin duda alguna es uno de los combinados favoritos para ser un serio candidato al título. Nadie puede descartar la calidad individual que tienen sus elementos y que el mismo Roberto Martínez supo conjugar para que sea vea un equipo sólido en todas las lineas.
No hay lugar para la especulación ni margen de error. Éste es el momento de los Diablos Rojos. Es el momento en el que levanten la mano y se presenten ante el mundo como lo que son, una Selección a la cual no se le quiere enfrentar.