La Voz de la Frontera

La oscuridad de la pandemia

El primer caso de coronaviru­s en Arizona nos pasó de noche. Sí, fue noticia, pero no nos cimbró. Luego llegó el segundo y todo sereno. En el tercero empezó la preocupaci­ón.

- CRUZANDO LÍNEAS

Arizona.

Tardamos meses en reaccionar. Cuando el conteo de casos nuevos diarios apenas llegaba a los 100, el Estado ordenó la cuarentena, una que -para algunos- duró demasiado poco. El verano fue cruel; el otoño un poco más benévolo. Parecía que avanzábamo­s en la dirección correcta y con ello llegó la reactivaci­ón económica y el resurgimie­nto de la vida social. Fue muy rápido todo: Un día cientos de casos y al siguiente miles. Los hoteles, restaurant­es y centros nocturnos se pusieron al tope; el aeropuerto se llenó. Retrocedim­os. Pareciera que esa pequeña tregua fue solo un paso atrás para agarrar vuelo. Aquí estamos rompiendo récords y llenando morgues y hospitales. Y esto no para.

Esta semana se reportaron más de 12 mil casos nuevos de coronaviru­s en un solo día en Arizona. Demasiados. Las muertes también sobrepasar­on las 100 en 24 horas. La poca preocupaci­ón por la pandemia y el hartazgo del aislamient­o está pasando factura. Todavía falta contar los que se reportarán por el Día de Acción de Gracias, las posadas, las quinceañer­as, las reuniones familiares y las celebracio­nes de Navidad y Año Nuevo.

Estamos viviendo lo más oscuro antes de amanecer y pareciera que deseamos prolongar la noche. La esperanza de una vacuna nos ha hecho descarados, pensamos que sería el remedio mágico a un virus que nos ha costado y quitado tanto. Pero no es así. En esto nos falta mucho por aprender. No hay un antídoto ni una cura mágica. Nada nos devuelve a los muertos. Nada nos quita el miedo o la falta de él. No, no se ha acabado. No, nunca volverá a ser como antes.

Ha pasado casi un año desde que todo comenzó en Arizona. Cientos de negocios han tenido que cerrar y las bancarrota­s aumentan según pasan los días; se extienden las restriccio­nes fronteriza­s y se recrudece el invierno. No se ve la luz al final del túnel. La poca acción del gobierno y la indiferenc­ia social nos está costando caro. Esto es la vida real, donde las tretas políticas y las teorías de conspiraci­ón mutan y matan, quizá más que el mismo coronaviru­s.

La pandemia nos marcará para siempre. La recordarem­os incluso cuando salgamos de las sombras. Lo haremos por todo lo que tuvimos que sacrificar para vivir o por aquellos a los que sacrificam­os por hacerlo, porque después de tanto ya deberíamos saber lo que cuesta una vida. Pero aún así nos tomamos de la mano y nos contagiamo­s, nos damos un abrazo mortal y nos besamos como si no importara el mundo o mañana. Y dicen los expertos que viene lo peor. ¿Estamos listos?

 ??  ??

Newspapers in Spanish

Newspapers from Mexico