INSPIRA A OTRAS CHICAS
DE HUIR DE UN AFGANISTÁN EN GUERRA, AL OLIMPO DEL FUTBOL: LA INCREÍBLE HISTORIA DE NADIA NADIM
París, Francia.- Nadia Nadim superó obstáculos infranqueables. Huyó de un Afganistán en guerra después del asesinato de su padre, vagó por varios países hasta refugiarse en Dinamarca y hoy es futbolista profesional del París Saint Germain, embajadora de la Unesco, así como estudiante de Medicina.
Veni, vidi, vici. Es la célebre frase atribuida al emperador romano Julio César, que Nadia tiene inscrita en sus botas de futbol.
“Expresa un tipo de mentalidad. A cualquier lugar que vaya, no importa el ambiente que me rodee, lo voy a conquistar”, dijo la futbolista.
Inspirada por la magia y la voracidad goleadora de Ronaldo Nazário, la también jugadora de la Selección Danesa ha construido, con mucho esfuerzo y talento, una carrera dentro y fuera de la cancha.
Nacida el 2 enero 1988, en Herat, Afganistán; es la segunda de cinco hermanas y perdió a su padre cuando tenía ocho años de edad. General del Ejército, fue asesinado en la guerra civil que condujo a los Talibanes al poder en Afganistán, en 1996.
“Tengo una mezcla de recuerdos”, reconoció la jugadora.
Unos primeros años felices y seguros hasta que estalló el conflicto. Después de la muerte de su padre, le persigue el olor de los cuerpos quemados, incluido el de su tío; el silbido de los misiles y el no sentirse segura en ningún momento.
En 2000, cuando Nadia tenía 11 años de edad, su madre decidió huir del país con sus cinco hijas en una terrorífica odisea en la que lamentablemente conoció el mundo de los traficantes de personas.
En un minibús, viajaron de Kabul a Pakistán. Desde allí, con pasaportes falsos, embarcaron hacia Italia y luego lograron llegar en camión hasta Dinamarca.
“Ningún menor debería pasar por esto, pero así es la vida. En ese momento no podía hacer nada, aunque ahora me siento feliz por haber tenido una segunda oportunidad y haber superado ese trauma gracias a mi fuerza mental”.
En el pequeño y rico país nórdico, pasó una dura adaptación. Logró el estatuto de refugiada y fue allí donde vio por primera vez a unas chicas mientras jugaban futbol, deporte con el que ya había tenido contacto a través de su padre.
Emulando las filigranas brasileñas de
Ronaldo, Rivaldo o Ronaldinho, Nadia se destacó del resto por su fantasía y talento; además de perseverancia.
“Mi estilo me ayudaba casi siempre pero, a veces, me daba problemas”, asumió, al recordar los reproches de individualismo que algunos técnicos le hacían.
Comenzó su andadura profesional en clubes daneses hasta dar el salto a la prestigiosa Liga estadounidense, con el Sky Blue y el Portland Thorns. Un breve paso por el Manchester City de Inglaterra precedió a su fichaje con el París Saint Germain, en 2018.
En 2009, con 21 años de edad, debutó en la Selección Danesa y su nombre pasó a la historia del país por ser la primera futbolista profesional, tanto de la rama varonil como femenil, en representar a Dinamarca como nacionalizada.
Desde entonces, ha jugado 93 encuentros con su Selección Nacional y ha anotado 33 goles.
Representar a su nación de adopción no le ha hecho olvidarse de sus raíces. En sus botas, esta mujer, que habla ocho lenguas, tiene impresas la bandera danesa y la afgana.
“Soy una mezcla de dos culturas, de dos países, tengo a los dos en mí, lo reflejo en la manera en la que pienso”, apuntó.
Paralelamente a su exitosa carrera, Nadia está a punto de terminar sus estudios en Medicina, con especialidad en cirugía plástica. La Unesco la escogió en 2019 como embajadora en favor de la educación para las niñas y las mujeres.
Ningún menor debería pasar por esto, pero así es la vida. Me siento feliz por haber tenido una segunda oportunidad y superar ese trauma”
NADIA NADIM
DELANTERA PARÍS SG