Morena rumbo al cadalso electoral
Si existe un responsable de que Morena se encuentre en aprietos electorales y esté en riesgo su permanencia en el poder, ese es su dirigente nacional, Mario Delgado, porque el buen rumbo de cualquier barco es responsabilidad de su capitán.
Desde antes de asumir la presidencia partidista, Delgado Carrillo tuvo serios problemas para legitimar su triunfo, incluso se confrontó con Porfirio Muñoz Ledo, su principal adversario, quien denunció públicamente que el ahora líder era el “delfín” del grupo que pretendía apoderarse del partido que fundó Andrés Manuel López Obrador para llegar a la Presidencia. Incluso, Muñoz Ledo impugnó el resultado de una encuesta que nadie vio, ni conoce hasta el día de hoy, esa acción le valió aun más distanciamiento con Morena que ahora lo tiene relegado.
Fue tan desaseado el proceso interno de los morenistas, que el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación tuvo que entrar al quite y validar el triunfo de Mario.
Otro desencuentro Muñoz Ledo-Mario Delgado ocurrió cuando Morena publicó la lista de candidatos a diputados plurinominales, cargo al que Porfirio reconoció que aspiraba para retirarse definitivamente, pero Mario Delgado no lo incluyó.
“El veto que se me aplicó para pertenecer a la próxima legislatura es moralmente deleznable, políticamente inaceptable y jurídicamente impugnable. Quienes hayan sido agraviados deben defenderse por todos los medios legítimos a su alcance. La revolución de las conciencias”, publicó Porfirio en Twitter, a lo que el líder de Morena sólo respondió que era mentira porque nunca había solicitado registro.
La declaración de Mario desató aún más el coraje de Porfirio quien de inmediato respondió con un “tuitazo”:
“ALTO A MARIO DELGADO, EL MUÑECO MORBOSO.
“Miente otra vez Mario Delgado. PINOCHO ASPIRANTE A PINOCHET y brazo armado de la dedocracia. ME DESCARTARON A LA MALA DE LA REELECIÓN DE DIPUTADOS, arguyendo que no me registré, COMO A OTROS DIGNOS MILITANTES DE BASE”.
Así se llevan los morenistas.
MARIO “EL AFERRADO” VS EL RESTO
Lo de Porfirio fue solo una de las tantas llamadas de atención al método utilizado por Morena para elegir cargos de lo más relevantes, como son su dirigencia o los candidatos a un cargo de elección popular.
Así se confirmó el pasado 25 de marzo, cuando el Instituto Nacional Electoral retiró el registro a 25 candidatos de Morena, entre ellos los aspirantes a gobernador en Guerrero, Félix Salgado, y de Michoacán, Rubén Morón, por no reportar gastos de precampaña.
Aunque la dirigencia del partido se ha encargado de repetir hasta el cansancio que no tuvieron precandidatos, en el caso de Guerrero sí hubo un proceso interno para designar a su abanderado y se registraron, entre otros, Félix Salgado, Pablo Amílcar, Luis Walton, Beatriz Mojica y Adela Román. Hubo competencia interna o como quieran llamarle.
El caso de Félix Salgado Macedonio llamó especialmente la atención por la necedad de la dirigencia de Morena por nombrarlo candidato cuando enfrenta severas acusaciones de abuso sexual contra mujeres, lo que legalmente debería ser un impedimento.
Se hicieron dos encuestas que supuestamente ganó el exalcalde de Acapulco, pero que tampoco nadie vio y si alguien se atrevía a impugnarla, era mal visto, como ocurrió con Luis Walton.
Un asunto tan sencillo como reportar ante el INE cuánto gastaron en precampañas fue ignorado por la dirigencia de Morena. Nadie se preocupó por consultar ante algún experto si las transmisiones de actividades en redes sociales se les considera proselitismo y están prohibidas. La lógica dice que si hubo un proceso interno, debió existir una precampaña.
En el caso de Morena, no se trató de los 18 mil pesos ni de los 11 mil que según el INE costaron las transmisiones de los can