Distractores (II)
En mi
colaboración anterior recordamos dos de los principales distractores que AMLO utilizó en el 2018, antes de tomar posesión como Presidente Constitucional. Me gustaría iniciar ahora, repasando con ustedes el término distractor. Como sabemos, sus raíces etimológicas son el prefijo dis (divergencia, separación), trahere (arrastrar) más el sufijo tor (agente que hace la acción). En pocas palabras significa "el que aparta la atención". Pero también distractor es sinónimo de señuelo, pista falsa y —ojo— diversión o entretenimiento.
Recurro a estas precisiones gramaticales, debido a que desde que inició este gobierno, hasta la fecha, todos los días el Presidente da una conferencia en las mañanas que tiene como único propósito, distraer a la gente con pistas falsas, señuelos e incluso con diversión y entretenimiento para que la sociedad aleje su atención de los temas importantes. Dicho de manera sintética, las mañaneras —cómo se les conoce coloquialmente a sus conferencias— han sido el principal distractor que López Obrador ha utilizado para ocultar sus verdaderas intenciones y sus fracasos.
Las mañaneras operan cómo los cuentos que se les narran a los niños antes de dormir, en donde aparecen personajes ficticios, algunos son seres malignos y otros héroes. Cuando los niños están conciliando el sueño, en sus mentes aparecen esos personajes ficticios y las historias que les fueron contadas, acompañándolos durante todos sus sueños. Lo mismo sucede con la sociedad mexicana, diariamente se nos cuenta un cuento distinto, en donde siempre existen malvados y un héroe, que casualmente, es el propio narrador o sea López Obrador. Así durante todo el día los mexicanos nos estamos contando el cuento que inventó y contó el Presidente por la mañana. Nos pasamos el día expresando nuestras opiniones sobre esos personajes e historias de ficción. Como los niños, somos un pueblo soñando con los cuentos del Presidente.
En 2019 aunado a las conferencias mañaneras hubieron otras acciones distractoras. En enero, López Obrador, anunció el combate al robo de gasolina, llamado co
múnmente huachicol. Para el efecto, ordenó el cierre de todos los ductos sin previa estrategia de cómo enfrentar una contingencia de abasto. Habló de gran corrupción de gobiernos anteriores, personal del sindicato y particulares. Ordenó la compra de 2000 pipas para sustituir el abasto del combustible. Todos recordamos las largas filas y molestias a los consumidores, pero también el hecho de que no hubo consignados por el delito del huachicol ni tampoco gasolinerías clausuradas definitivamente. En el fondo, lo que pasaba, era que el gobierno no había realizado oportunamente las renovaciones de los contratos de importación de gasolina, según fue informado posteriormente por medios internacionales. Lamentablemente en medio de todo este desorden hubo la muerte de 130 personas en Tlahuelilpan, Hidalgo, producto de una fuga de combustible que no fue detectada ni controlada a tiempo por Pemex.
Otro gran circo distractor, lo fue el anuncio de un gobierno que respetaría los Derechos Humanos de los migrantes. Al iniciar su gobierno AMLO dijo: "Vamos a ofrecer empleo… el que quiera trabajar en nuestro país va a tener apoyo, una visa de trabajo". Aún tenemos frescos los momentos en los que funcionarios de todos los órdenes de gobierno acudían a recibir las caravanas de migrantes. Olga Sánchez Cordero, les otorgaba pulseras humanitarias para que no fueran molestados en su tránsito por el país. Claudia Sheinbaum y los alcaldes morenistas les llevaban Las Mañanitas a la Magdalena Mixhuca. Diputados y funcionarios donaban parte de su salario. Todo para hacer creíble el cuento del Presidente, quien realmente buscaba reforzar un discurso para respal
operan cómo los cuentos que se narra a los niños antes de dormir, con personajes ficticios. Cuando los niños están conciliando el sueño, en sus mentes aparecen esos personajes ficticios y las historias que les fueron contadas, acompañándolos durante todos sus sueños.
dar su política de no molestar con elementos del ejército al crimen organizado. De esta manera todo encuadraba en un perfecto mensaje de respeto a los derechos humanos.
Lo que sucedió después ha sido uno de los capítulos más bochornosos de nuestra diplomacia. En ese entonces el presidente Donald Trump amenazó con aranceles a nuestras exportaciones. López Obrador presa del pánico envió a Marcelo Ebrard, sin previa cita, a calmar la ira del Presidente estadounidense. Ebrad no fue recibido por autoridades importantes, tuvo que esperar varios días en el hotel, hasta ser llamado a la Casa Blanca para que se le ordenara la política migratoria que debía seguir México. A partir de ese momento nuestro país pagó la barda de Trump utilizando a nuestra Guardia Nacional para detener a los migrantes en la frontera sur. Tanta indignación causó este hecho que hasta un diputado morenista como Muñoz Ledo lo criticó a acremente.
Así transcurrió 2019 con distractores de toda índole. No se pueden olvidar los innumerables informes presidenciales, la mudanza de Los Pinos a Palacio Nacional, el uso de recursos retóricos para evadir la crítica o la realidad como sus "otros datos", al que acude cada vez que se ve envuelto en un problema.
Las mañaneras