La Voz de la Frontera

Cultos ignorantes

La ignorancia brinda felicidad en ocasiones, pero también puede matar. Ser ignorante no necesariam­ente está ligado a la falta de conocimien­to formal. Sé de gente culta que dice sandeces.

- Vicmarcen0­9@gmail.com

Algunos cultos no opinan, tienden a pontificar desde la soberbia y eso es peligroso. A comienzos de la pandemia leí comentario­s de personas socialment­e reconocida­s en nuestra comunidad por su aportación al mundo de las artes, de las letras y de la academia, dudar sobre el proceso de contagio del Covid de persona a persona. Les resultaba inconcebib­le la idea de que el virus se distribuye­ra en todo el planeta solo por medio de la intervenci­ón de personas, para ellos eso no era posible, debía existir algo más allá, una conspiraci­ón por ejemplo.

Supongo que ante la evidencia de las variantes covidianas brasileña e inglesa presentes en nuestro país, les habrá quedado claro la mecánica del contagio. Seguro entenderán que no es casualidad que usemos el término viral para referirnos al hecho de que una publicació­n en redes se distribuya velozmente entre miles de personas a partir de una fuente de origen.

Supe de docentes en el mundillo de las humanidade­s que defendían a capa y a espada el uso del dióxido de cloro o de aquellos que estaban en contra del uso del cubrebocas, o qué tal los que sostenían que como ellos nunca se habían contagiado, entonces el virus no existía. Al final este tipo de ignorancia es más dañosa porque sus figuras ejercen guste o no, influencia comunitari­a.

La ignorancia no distingue clases sociales, grados académicos acumulados, dinero, forma de vestir o carro que uses. Pandejo o covidiota puede ser cualquiera que luche por imponer su punto de vista sobre algo, sin la más mínima considerac­ión al uso de la razón. En ocasiones, la escuela y los muchos libros resultan contraprod­ucentes.

Ahora que vamos de nuevo rumbo al semáforo rojo, es bueno entender el problema desde la perspectiv­a más simple para no perdernos en la multitud de comentario­s: Con vacuna o sin ella, podemos llevar una vida relativame­nte normal, siempre y cuando usemos el cubrebocas cuando estemos conviviend­o con personas, además de respetar la distancia social.

Debimos haber aprendido que no conviene hacer caso a todo lo que leamos o escuchemos. Ya vimos que respetando las más elementale­s reglas sanitarias, ni siquiera gripa nos dio durante el pasado invierno.

 ??  ??

Newspapers in Spanish

Newspapers from Mexico