Se impuso la sangre de la vena Rayada
Aunque suene raro, un juvenil le salvó las papas del fuego a Rayados en Columbus. Cuando Lucas Zelarayán hizo de las suyas con la voltereta, un centro preciso de Pabón encontró la humanidad sin marca de José Alvarado, quien remató solo y empató el cotejo cuando el equipo de la MLS aún festejaba el gol que sintieron como el de la victoria.
Primero, Aké Loba adelantó a Rayados, pero Valenzuela y Lucas Zelarayán firmaron la voltereta parcial.
Muy temprano en el cotejo se escuchó el primer grito de gol. Los aficionados apenas y tomaron su asiento cuando Aké Loba abrió el marcador.
La estrategia era tener un contragolpe que les diera mayor ventaja para el juego de vuelta.
No fue hasta que Zelarayán, como en sus mejores momentos en Tigres, deshizo a la defensa de Rayados, llegó a línea de fondo y encontró a su compañero. Milton Valenzuela remató dentro del área y, aunque el balón entró chillando a las redes, logró poner el empate para los locales.
A los escasos minutos, ya tenían la voltereta en sus manos por un remate tras un tiro libre, pero el VAR ahogó el grito de gol y le dio vida a Rayados en el Mapfre Stadium. A partir de este momento, la lluvia de cambios llegó por parte de ambos equipos y las opciones de gol fueron escasas.
Fue hasta que apareció el némesis de Monterrey. Zelarayán se encontró un balón dentro del área, definió de primera intención y venció a Cárdenas para la remontada. Poco le duró el gusto, porque en el último suspiro, el juvenil Alvarado rescató el marcador de cabeza, a centro de Pabón.