La banda francesa está de vuelta con un álbum que los consolida como una propuesta extrovertida y lúdica, con más referencias e inquietudes que en el pasado
Negados a cosechar un solo estilo musical o a compartir una misma propuesta estética, la banda comandada por Sacha Got y Marlon Magnée vuelve a la carga con una grabación con varios cambios de ritmo, arreglos e instrumentación poco ortodoxos.
Fieles a la idea de no encasillarse, los miembros del conjunto establecido hace una década en Biarritz, comenzaron desde hace varios meses a soltar varios adelantos de este disco, conscientes de que esa es la forma en que ahora se consume la música: de poco a poco.
“La forma en que lanzamos nuestra nueva música es una reacción a la sociedad”, asegura el propio tecladista de la banda. “Hoy en día, la gente realmente no escucha un disco; se saltan las listas de reproducción y esas cosas. Por eso dijimos: Está bien, si no quieren escuchar un disco completo, encontraremos una nueva estrategia para hacérselos llegar”.
Es así como la alineación encabezada por este dueto, al que se suman varios integrantes, hasta completar nueve miembros se devanea sin pudor entre la chanson, el synthpop y el punk rock, haciendo gala de sus múltiples referencias e inquietudes artísticas en las que cabe de todo: desde Velvet Underground hasta Kraftwerk.
Además de los tres miniálbumes que la banda ha publicado en el pasado, el mundo los recordaba principalmente por su disco debut Psycho Tropical Berlin (2013), con el que ganaron el premio francés Victoires de la Musique en la categoría de Mejor Album Revelación, aunque en realidad en su país todas sus grabaciones han sido disco de oro.
Este nuevo disco iba a salir en el 2020, pero gracias a la pandemia se retrasó su lanzamiento prácticamente un año.
Sacha comenta que a pesar de la contrariedad, todo este tiempo les dio la oportunidad de grabar varios videoclips, que fueron acompañando a cada uno de los sencillos previos que estuvieron lanzando.
Precisamente en 2020 La Femme cumplió su primera década como banda, ¿cómo se sienten al respecto?
¡Sí! Es algo muy loco, porque estamos a punto de ser unos treintones, pero cuando estábamos por empezar con la banda éramos unos niños e 18 o 19 años… Es una sensación muy extraña, pero finalmente es normal; es un sentimiento humano este de sorprenderse por el paso del tiempo.
En este nuevo álbum incluyen una canción llamada “Le jardin”, que es la primera que graban en español. ¿De dónde salió la idea?
Es que nos encanta viajar, y en algún momento estuvimos por España, así que después de un tiempo de estar ahí, conviviendo con los españoles, nos vino muy naturalmente la inquietud de hacer una canción en español, y básicamente nos apoyamos en un traductor de Google para hacerla eh? Después Sacha se quedó durante unos meses en Sevilla y aprendió más del idioma, así que ahora escuchamos muchas canciones en español… Nos gustaría escribir en todos los idiomas del mundo, aunque nuestra especialidad es escribir en francés.
Y hablando de viajes, tienen otra nueva canción que surgió en ese contexto, “Cool Colorado”.
Sí, esa salió cuando estábamos de gira en Estados Unidos, en 2014. Fue una gira grande, y pasamos por lugares como Colorado. De hecho nos sentíamos muy bien, porque la marihuana estaba legalizada y nos encantaba fumar en las calles y vivir ese tipo de sensaciones, además de que la gente era muy agradable y el aire era muy puro en las montañas… ¡Definitivamente teníamos que hablar de eso en una canción!
¿Y qué nos dicen de “Disconnexion”, que parece ser la canción más inusual de este álbum?
Sí, creo que tienes razón, es una canción muy loca, porque no es una canción con la misma lógica que solemos tener, no es nada tradicional. Aunque en nuestros primeros discos ya habíamos hecho
se devanea sin pudor entre la chanson, el synthpop y el rock, haciendo gala de sus múltiples referencias
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