A bordo de Harley-Davidson, disfrutamos al máximo las tres “M”: moto, mar y malta.
Sólo imagina este escenario: el viento sopla suavemente en tu cara, mientras en el horizonte ves caer el atardecer; volteas a la derecha y te sorprende un cálido paisaje de tierra amarilla seca; a tu izquierda, la calma del océano, y tú… ¡sobre una Harley-Davidson! La aventura aguarda.
Manos a la obra. Con botas, pantalón de mezclilla, chamarra de cuero, guantes, casco y lentes de sol, liberas tu espíritu aventurero. Giras la llave y el rugido de la motocicleta es un sonido de libertad. A rodar. ¿La ruta? Baja California Sur, El Triunfo, La Paz, Todos Santos... son 350 kilómetros en los alrededores del paradisiaco San José del Cabo, con sus prolongadas curvas y largas rectas.
Con 32 impecables motos acomodadas perfectamente de lado a lado, que pareciera que abren paso para una fiesta exclusiva de motociclistas, fuimos parte del exclusivo recorrido que realizó Harley-Davidson hace unas semanas para sus medios aliados. Fue una experiencia increíble. Probamos varios de estos monstruos, pero nuestro favorito fue el modelo Fat Bob, con un motor de 1,900 centímetros cúbicos y detalles únicos.
Y es que el sueño de cualquier hombre, amante de la velocidad y con espíritu aventurero es tener una Harley-Davidson. Si tú también eres uno de ellos y además deseas recorrer y explorar cada rincón de un poblado, poseer una es tu opción. ¿Cuál es la mejor para ti? Tú decides.