Life and Style (México)

FUTBOL MEXICANO FEMENIL

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Después de la emoción y las sorpresas que provocó la primera temporada de la Liga MX Femenil, conversamo­s con sus protagonis­tas para poder resolver una incógnita a futuro: ¿Es posible que este otro tipo de futbol en México encuentre continuida­d?

Arlett Tovar, camiseta número 4 del Club Deportivo Guadalajar­a, jamás soñó con escuchar a miles de personas gritar un disparo suyo. Con 20 años y 1.66 de estatura, su tiro al ángulo en el minuto 89 del encuentro de la Jornada 7 contra el Club León, terminaría de sellar el partido de futbol profesiona­l con mayor asistencia en la temporada regular de la recién formada Liga MX Femenil (la final de vuelta entre Chivas y Pachuca tuvo a 32,466 asistentes), un sueño que muchas mujeres como la mediocampi­sta habían perseguido durante años.

“¿Soñabas con ser futbolista profesiona­l?”, escucha Arlett del otro lado de la bocina del teléfono. Respira con profundida­d y exhala, se toma unos segundos buscando la respuesta a la pregunta. “Sí, siempre lo soñé. También jugar con Chivas”. Lo que no se esperaba era un partido récord como ése del 11 de septiembre de 2017, “la mejor experienci­a de mi vida”, asegura. Su sorpresa es como la de su rival, la joven portera del León, Sandra Lozano (tiene 15 años), quien tampoco imaginó pararse ante un estadio al que sólo le faltaron 3,943 personas para llenarse a su máximo, según la cifra oficial de la Liga MX Femenil sobre la asistencia al partido León-Chivas, en el estadio Nou Camp.

Un partido que no sólo superó cualquier expectativ­a de audiencia, sino que también tuvo más espectador­es que seis de los nueve partidos de la Liga MX varonil de ese fin de semana (incluyendo los dos que involucrab­an a los representa­ntes masculinos de Chivas y León), además de más espectador­es que cualquier juego de la Liga de Ascenso dejando en claro el interés por otro tipo de futbol, y abriendo la puerta para una segunda temporada, aunque la liga finalizara en números rojos.

“La Liga Femenil es una liga que ha causado alta expectativ­a entre la afición en México y ahora se habló acerca de los números que representó su operación, ya que ha llamado la atención de la afición. Es una liga que causó mucho dinero y es una liga que, por el momento, no genera ingresos, pero los clubes están comprometi­dos a seguir invirtiend­o y hay que dejar en claro que es un esfuerzo que se está haciendo, pues la liga terminó en números rojos. A pesar de eso, nuestros dueños están convencido­s de que tendrán que seguir y seguirán invirtiend­o”, cuenta Enrique Bonilla, quien actualment­e funge como presidente ejecutivo de la Liga MX Femenil.

LOS MINUTOS PREVIOS

El periódico El Informador del lunes 6 de septiembre de 1971 lo decía con claridad: “Las mexicanita­s fueron superadas en todo, menos en corazón”. La nota, firmada por el reportero Víctor Latapí, hacía referencia a la final que disputaron, un día antes, las seleccione­s femeniles de México y Dinamarca, la cual definió a las danesas como las campeonas mundiales, tras vencer por tres goles a las mexicanas, dejándolas con la ilusión de, algún día, ser profesiona­les. Una racha que duró 46 años de frustracio­nes hasta el pasado 28 de julio de 2017, con el silbatazo inicial.

“Este tipo de futbol es una hierba silvestre que se esfuerza por ganarse un lugar en un jardín”, sentencia Leonardo Cuéllar, exentrenad­or de la Selección Mexicana de Futbol Femenil y actual entrenador del América femenil, para explicar décadas de búsqueda de miles de mujeres para hallar un espacio donde profesiona­lizarse, que sólo encontraba­n en la Selección, donde surgieron nombres que harían la diferencia: Andrea Rodebaugh y Marisol “Marigol” Domínguez fueron las primeras embajadora­s en una época en la que el entonces presidente de la FIFA, Joseph Blatter, declaraba que la única forma de hacer exitoso el futbol femenil era que las jugadoras usaran shorts ajustados y playeras sin mangas para crear una estética femenina y atraer a los hombres como espectador­es. La misma década en que la amateur Liga Premier Profesiona­l solicitó, en distintas ocasiones, su afiliación a la Federación Mexicana de Futbol (FMF) sin una respuesta positiva, sin importar la calificaci­ón a los mundiales de 1999, 2011 y 2015, así como los logros de las selecci0ne­s menores y la histórica clasificac­ión a los Juegos Olímpicos de Atenas 2004.

Una historia insostenib­le que comenzaría a cambiar allá “donde empieza la patria” cuando, en 2009, Mar-

ARLETT COBRA EL TIRO LIBRE ANTE SANDRA, LA PORTERA DEL LEÓN. EL BALÓN BAJA Y ES GOL. ¡GOOOL! 25,000 GARGANTAS LO GRITAN EN EL NO U CA M P.

bella Ibarra hizo campeonas de todo Baja California al Isamar FC, un club de niñas de Tijuana. El equipo que fue campeón cuatro torneos consecutiv­os causó revuelo entre la población local y de esa manera surgió la posibilida­d de trabajar en conjunto con el Club Tijuana Xolos, que les prestó el nombre y el estadio Caliente para que, siendo su aval, pudieran dar un brinco de calidad y jugar en la Women’s Premier Soccer League de Estados Unidos y, por primera vez, un equipo femenil mexicano disputara un torneo de alta competenci­a.

Así, mientras que las jóvenes de Xolos peleaban partidos en el extranjero, en la Ciudad de México, una chica emprendedo­ra escribía en un blog sobre la falta de equidad de género en el futbol nacional. Conocida como ‘la Wera’, Paola Kuri amaba los goles y soñaba con ser futbolista, pero siempre se encontró con la misma aseveració­n: las mujeres no deben jugar al futbol, hasta que soltó su pluma con un texto que caló profundo en la industria del futbol mexicano. Fue entonces cuando alzaron la voz los padres que no tenían a dónde llevar a sus hijas a practicar este deporte. Con la respuesta de la gen- te, Kuri inició la campaña Fut Sin Género para evidenciar la discrimina­ción que ocurría en 2015. Ese mismo año, la FIFA estaba envuelta en un escándalo de corrupción y Blatter dejó la presidenci­a. Gianni Infantino tomó el mando y eligió, por primera vez, a una mujer para asumir el puesto de Secretaria General del organismo, la senegalesa Fatma Samoura, con quien lanzaron un nuevo esquema de trabajo para el futbol internacio­nal: FIFA 2.0, en el que establecen que es hora de impulsar el futbol femenil.

En octubre de 2016 decidieron que cada país miembro, entre éstos México, recibiría un millón 250,000 dólares a través del programa FIFA Forward, cuya meta es “tirar las barreras de discrimina­ción para evitar que las minorías queden fuera del juego”. La única condición es que cada

federación se comprometa a organizar una liga profesiona­l femenina y una liga juvenil femenina así como promociona­r y desarrolla­r el futbol femenil en territorio nacional. Habían pasado sólo unos días de la última campaña de ‘La Wera’, aquella que exigía a la FMF y a la Liga MX un campeonato para mujeres. Esto, la presión de la FIFA y el hambre de la FMF por hacer de México la sede del Mundial de Futbol 2026 confluyero­n para que, por primera vez, un campeonato oficial para mujeres ocurriera.

EL SILBATAZO INICIAL

Itzel (González) toma el balón con las manos. Mira a un lado y luego al otro hasta que encuentra, a lo lejos, a Karen (Maprigat). Con potencia le hace llegar la pelota hasta la banda derecha del estadio Caliente de Tijuana donde la mediocampi­sta avanza unos metros y mete un derechazo que cruza el campo buscando a la camiseta 9, Cristina (Juárez), quien baja el balón con elegancia ante la marca férrea de dos defensas. Ella es más rápida y se acerca al área. En segundos, la portera rival le achica, pero antes de que la americanis­ta le corte el paso, remata y... ¡goool! Gol de Juárez, quien agita su playera tras ver cómo la marquesina indica el 2-1 de Xolos sobre el América en el partido de la octava jornada de la Liga MX Femenil.

Cristina conoce bien el sabor del gol. Es la sensación que, desde los seis años, la ha mantenido cerca de un balón de futbol y que la trajo hasta Baja California, a 2,500 kilómetros de Celaya, su ciudad natal, para vivir el sueño que, pensó, nunca se haría realidad: ser jugadora de futbol profesiona­l. A sus 27 años, Juárez cree que la oportunida­d le llegó un poco tarde (la liga puso como tope de edad los 23 años y sólo cuatro jugadoras por equipo pueden superar ese rango y, de ellas, sólo dos pueden estar dentro de una alineación oficial, entre ellas, Cristina), pero hoy es feliz. Se unió a Xolos por otra regla que obligó a cambiar la plantilla del equipo: sólo se permite a los clubes tener jugadoras nacidas en territorio mexicano.

Ella también ejemplific­a la realidad de muchas de las futbolista­s del torneo: no se puede vivir sólo de jugar al futbol. Psicóloga de profesión, Juárez es la mental coach del equipo varonil de Xolos sub 17 y también es maestra de la Escuela Nacional de Directores Técnicos del club. “Tres roles alrededor de lo que más amo, el futbol”, explica con alegría ante las oportunida­des que le ha dado el club fronterizo, las cuales se relacionan con el eje de trabajo que tiene Xolos, un equipo que en su rama femenil —asegura el director deportivo, Ignacio Palou— “no busca futbolista­s, sino estudiante­s o profesioni­stas que jueguen al futbol”. La razón, dice, es que “no le puedes exigir igual a una niña de 15 años que va empezando a construir su carrera, que a un futbolista profesiona­l. Esto va a llevar tiempo”.

Una historia que se repite también en Tigres, donde la camiseta 11 del equipo femenil, Lydia Nayeli Rangel, aprovecha cada uno de los minutos que tiene en la cancha. “Todos los días pido que me pellizquen. Soy futbolista. La gente va a al estadio a verme. Tengo un equipo que me toma en serio y un entrenador que era ídolo de muchos de mis familiares... Era el sueño y se cumplió”, menciona Rangel, de 25 años, durante los minutos de descanso que el técnico argentino Osvaldo Batocletti les da para analizar resultados junto a su asistente, Miguel Razo. “Ha sido un reto trabajar con las chicas. Es verdad que nuestra metodologí­a funciona sin visión de género, pero la experienci­a que tenemos muchos en el futbol femenino es casi nula y apenas estamos entendiend­o sus posibilida­des. Las chicas, a nivel técnico, no le piden nada a los hombres, pero estamos trabajando en el aspecto físico para subir el nivel y el volumen de juego. También trabajamos en lo mental, pero sabemos que las chicas aún no pueden vivir del futbol y entendemos sus otras actividade­s. Ellas soñaban

“E ST E T I P O D E F U T B O L ES COMO UNA HIERBA S I LVEST R E Q U E S E E SFUERZA POR GANARSE UN LUGAR EN UN JARD Í N ” . L EO CUÉLLAR.

con esto y hoy que lo tienen están dando su máximo, así que aprovechar­emos su energía”, menciona Batocletti, entrenador de Tigres.

En América, la visión es diferente; ahí se quiere tener futbolista­s de un solo oficio: el balón. Para ello, comenzaron su proyecto llamando al primer entrenador que hizo visorías para conformar seleccione­s femeniles, Leo Cuéllar. Él sabía en dónde estaban las jugadoras necesarias para conformar un equipo de primera, entre ellas, una de las promesas de la liga, la goleadora morelense Lucero Cuevas o la mediocampi­sta Alexia Delgado, quien dejó la gimnasia para dedicarse al futbol.

Las razones del éxito de jugadoras como ella, explica la periodista de FOX Sports Marion Reimers, “es que forman parte de las pocas mujeres a las que desde muy jóvenes se les permitió explotar sus etapas sensibles: aquellos momentos en la edad de una persona que son óptimos para desarrolla­r ciertas capacidade­s de motricidad, fuerza, coordinaci­ón, técnica y táctica. A diferencia de los hombres que empiezan a jugar desde los cuatro años, las mujeres llegan hasta los 12 cuando ya hay un déficit de habilidade­s, a veces irreversib­le”, detalla.

Una experienci­a a la que Ileana Dávila, entrenador­a de Pumas, se enfrentó cuando realizó la conformaci­ón del equipo universita­rio. A lo largo de tres meses, cientos de chicas acudieron a mostrar sus habilidade­s con el futbol, pero muchas quedaron sin lugar porque, aunque tenían las ganas, no tenían el suficiente conocimien­to o coordinaci­ón. “Poco a poco iremos llevando la calidad a otro nivel, pero hoy tenemos que entender que todas nuestras jugadoras estudian, otras son mamás y, a veces, no tienen en dónde dejar a los hijos, y hay quienes trabajan; no pueden estar a disposició­n de nosotros y eso nos limita a entrenar sólo una vez al día”, asegura Dávila.

LOS PRIMEROS MINUTOS

“Quien las critique que se meta al campo con ellas, a ver si pueden”, sentencia Cuéllar con firmeza, concordand­o con Andrea Rodebaugh, entrenador­a de Xolos femenil, quien sólo ve dos diferencia­s entre el balompié femenil y el masculino . “Las diferencia­s entre hombres y mujeres son sólo dos: la física y la mental. En los otros pilares del juego pueden adquirir la misma habilidad en recepción, conducción y golpeo, y las técnicas son depuradas en ambos casos; en lo táctico, la forma en la que se busca el gol o evitarlo, tiende a seguir las mismas ideas que el varonil; en cambio, en lo físico, con lo único que una mujer no puede competir es con los altos niveles de testostero­na en los hombres, que los hacen más fuertes y más rápidos; pero, en sí, el juego es el mismo. El punto complejo es el mental porque en lo psicosocia­l nos educan diferente y eso se refleja en el campo”.

Hoy, complement­a La ‘Wera’ Kuri, el género ya no es argumento. Las jóvenes que ya están viviendo el sueño han logrado vencer la idea de que el futbol es sólo para hombres. “Son rebeldes porque han ido a contracorr­iente de lo que se ha definido y estipulado como adecuado para niñas. Se han aferrado a sus sueños y eso es un gran impulso que debemos apuntalar”, señala Kuri, anticipand­o que las bajas expectativ­as de una federación que lanzó una improvisad­a Liga (y que no ha dejado en claro cómo está utilizando el dinero que la FIFA prometió) han quedado superadas tras los resultados de este torneo oficial que han sorprendid­o a muchos, entre ellos, los 25,000 aficionado­s que se dieron cita en el Nou Camp de León para ver cómo Arlett ponía el balón en el ángulo en el minuto 89. Aquel día que festejó a nombre de las 406 jugadoras registrada­s, ellas que ya pueden pararse en un campo; ellas que ya pueden jugar al futbol. Futbolista­s profesiona­les...y eso que el partido, al menos en nuestro país, apenas acaba de comenzar.

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 ??  ?? JUEGO LIMPIO. La Federación Mexicana de Futbol creó varias reglas para dar inicio a la Liga MX Femenil. Resaltan entre éstas que sólo pueden jugar mexicanas nacidas en territorio nacional y cada equipo debe tener sólo cuatro jugadoras mayores de 24 años.
JUEGO LIMPIO. La Federación Mexicana de Futbol creó varias reglas para dar inicio a la Liga MX Femenil. Resaltan entre éstas que sólo pueden jugar mexicanas nacidas en territorio nacional y cada equipo debe tener sólo cuatro jugadoras mayores de 24 años.
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Un total de 406 jugadoras se registraro­n en el Sistema Integral de Informació­n Deportiva (SIID), requisito para participar en la 1a temporada de la Liga MX Femenil.
EL TALENTO. Un total de 406 jugadoras se registraro­n en el Sistema Integral de Informació­n Deportiva (SIID), requisito para participar en la 1a temporada de la Liga MX Femenil.
 ??  ?? LA APUESTA. La Federación Mexicana de Futbol aprobó el 30 de mayo de 2017 la Liga MX Femenil. Hoy, juegan 16 equipos, durante 14 jornadas, para decidir a los cuatro finalistas que competirán por el título.
LA APUESTA. La Federación Mexicana de Futbol aprobó el 30 de mayo de 2017 la Liga MX Femenil. Hoy, juegan 16 equipos, durante 14 jornadas, para decidir a los cuatro finalistas que competirán por el título.
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