PROHIBIDO COMETER ERRORES
En la manufactura aeronáutica se exigen certificaciones, controles de calibración y auditorías de alta calidad; en las plantas de Chihuahua se cumple con todo
Pero en aeronáutica no están permitidos los errores. Cualquier falla en la manufactura de partes de avión puede ser catastrófico.
Por ello, hay una infinidad de barreras para penetrar en esta clase de industria, las cuales fueron sobrepasadas por Chihuahua y se trabaja en la mejora continua.
Rene Espinosa señaló que esta rama exige certificaciones, controles de calibración y auditorias de alta calidad, por las dimensiones del producto final.
Proveer piezas para avión es difícil, pero desde aquí se arman con cada uno de los sistemas de calidad requeridos.
De acuerdo con datos proporcionados por el Clúster Aeroespacial en 2015 el sector cerró con un alza de 16 por ciento y 17 mil empleos directos.
El aporte que hacen las exportadoras asentadas en Chihuahua es diversa. El 40 por ciento de la demanda mundial de arneses para aviones proviene de la ciudad capital.
El 70 por ciento de las piezas de hoja de aluminio que compra Bombardier en México se hacen en el estado.
Sistemas de evacuación, de agua, desperdicios, paneles de control electrónico, así como asientos para aviones son producidos en Chihuahua.
Las exportaciones para el ensamble final se envían principalmente a Estados Unidos y Canadá, y recientemente a Brasil y Europa.
Desde que llegaron dichas compañías del ramo, la propia industria impulsó su crecimiento y evolución, generando el arraigo que existe hoy en día.
Actualmente en total participan 45 empresas y sus divisiones que tienen contribución en la aeronáutica.
El progreso aeroespacial sigue su curso. Desde 2013 se trabaja en un mapa de ruta en que el que cada una de las manufactureras participe en los componentes que integran un aeroplano.
El plan finaliza en 2023 y se hace con miras hacia llegar a contar con las capacidades para eventualmente lograr el armado total de un avión en Chihuahua.