PROVEEDURÍA OBLIGADA
Hacer que las maquiladoras compren insumos locales por ley tiene sus contras, advierten especialistas
Para lograr mayor nivel de proveeduría en la industria maquiladora, han surgido muchas propuestas entre las que se encuentran obligar a las empresas a que compren determinado porcentaje de insumos locales.
La experiencia en la industria de las televisiones muestra que obligar a las maquiladoras a adquirir materiales aquí puede tornarse peligroso si no se hace de la manera indicada.
Mario Hernández Contreras, presidente del Colegio de Fiscalistas de Ciudad Juárez y especialista en maquiladora para el despacho legal KPMG, dijo que ahora que se modernizará el Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN) uno de los puntos más importantes será la proveeduría local, ya que entre los capítulos a negociar están las reglas de origen.
Estas reglas son las que determinan qué cantidad de insumos y valor agregado local deben tener los productos para ser “hechos en TLCAN” y así disfrutar del cruce de fronteras con los beneficios correspondientes.
Para adelantarse y aumentar la proveeduría local, agregó, el gobierno ha tratado de poner reglas a algunas industrias entre las cuales se encuentra la de las televisiones, para que compren determinado porcentaje de sus insumos en México.
Daniel Cruz Peña, presidente del Instituto Mexicano de Ejecutivos de Finanzas en Juárez y director de finanzas de una empresa especializada en electrónica, explicó que en el caso de las televisiones, el gobierno desde el 2012 intentó imponer la compra de insumos locales.
Sin embargo, la estrategia que usó complicó la producción de este tipo de maquiladoras porque les condicionaba la importación de insumos que sólo existen en el extranjero.
Dijo que entre las reglas, impuso que las empresas ensambladoras de televisiones tendrían que comprar en México entre 70 y 80 por ciento de las tarjetas madre de las televisiones y las pantallas.
Explicó que sí se fabrican tarjetas madre, pero no hay suficientes, y que las pantallas sólo se hacen en el extranjero. Por ello, algunas empresas tuvieron que desarrollar proveedores o convertirse en fabricantes de tarjetas madre, que es un insumo que no tiene tanto valor.
En el caso de las pantallas, como no se pueden producir en México por cuestiones que van desde clima hasta finanzas, se tuvo que negociar con el gobierno para que les permitiera importar los componentes y ensamblarlas en el país.
Pero esta operación, indicó, no permite que se cumpla exactamente con el propósito de desarrollar producción de insumos nacionales, porque finalmente la misma empresa extranjera se convierte en el proveedor y la riqueza generada se va a otro país. Quizá se queda la tecnología y el aprendizaje.
La obligatoriedad lanzada desde 2012 implicó tal problema que finalmente se aplazó, pero para este año las empresas fabricantes de televisiones fueron contactadas otra vez por la Secretaría de Economía para dar cumplimiento a la norma, y ahora algunas están adecuando sus estructuras físicas y financieras para poder convertirse en sus propios proveedores de tarjetas y pantallas, y en una mínima proporción, se han generado proveedores nacionales.
Hernández Contreras explicó que este es un problema añejo, pues nadie se ha dedicado a desarrollar empresas con capacidad de proveeduría. Advirtió que es urgente que se desarrollen proveedores locales, tanto para cumplir con el TLCAN como para sacar más provecho a la industria maquiladora, que ya lleva medio siglo en Juárez y apenas compra el 2 por ciento de sus insumos a empresas ubicadas en esta ciudad.