LO AUTOMOTRIZ ES LO SUYO
Con 29 años en la industria, Rafael Rangel es elegido vicepresidente en Bosch
Originario de San Luis Potosí, desde hace cinco meses Rafael Rangel Martínez se mudó a Ciudad Juárez para dirigir la planta dos que Robert Bosch tiene dedicada a la fabricación de balatas para vehículos.
Egresado de la carrera de Ingeniería Industrial, con especialidad en electrónica, el hombre de 50 años ha dedicado 29 de ellos al sector de la manufactura.
Su primer empleo lo obtuvo a la edad de 21 años como ingeniero de mantenimiento en Radiópolis Televisa.
Después pasó al Instituto Mexicano de Investigación Metal Mecánica (IMEC) donde realizó investigaciones de robótica, automatización y control, al mismo tiempo que se desempeñó como profesor en el Tecnológico de San Luis, en la división de Electrónica.
Siete años más tarde, en 1996 se cambió a Grupo Valeo, fabricante de refacciones automotrices, donde ocupó las gerencias de Producción, Desarrollo Industrial y Sistema de Producción.
En esa misma compañía tuvo una asignación de dos años en Francia, pero en el 2005 renunció y se regresó a México para trabajar en Robert Bosch.
Platicó que fue un amigo quien lo invitó a trabajar como gerente de Producción del área de limpiaparabrisas de la planta que la compañía alemana tiene en Toluca, estado de México, cargo que ocupó por dos años.
En el 2007 se mudó a Alemania por una asignación de trabajo que le dieron para ser el líder de manufactura a nivel mundial en nuevos motores para limpiaparabrisas, país en el que estuvo por tres años para después regresarse a México.
En septiembre del 2010 fue promovido como director de operaciones de este mismo sistema en Norteamérica, donde estuvo por cuatro años.
Del 2014 a marzo de este 2018 fue director de operaciones, ventas y producto para toda la operación de confort and power actuatores.
Ya en abril fue promovido a vicepresidente en la planta de sistema de frenos en Juárez, donde su principal objetivo es asegurar toda la cadena de suministros para los clientes en Norteamérica, desde la compra, fabricación y distribución.
“Como gerente de planta me toca también administrar los recursos humanos y de producto para cumplir con los requerimientos de los clientes, es decir, ver la logística, manufactura, la ingeniería, calidad, taxes y ventas”, explicó.
Lo que más le gusta de su trabajo, dijo, es ver por la comodidad de los empleados para que puedan desarrollar bien sus funciones, desde operadores, hasta ingenieros y administrativos.
“Si la gente que trabaja en la línea de producción y todos los demás empleados están bien, yo voy a estar también bien”, recalcó.
Recordó que aunque en un principio tuvo miedo de aceptar la invitación para trabajar en esta frontera por el estigma que tiene, al llegar fue aceptado cálidamente por los fronterizos.
“La gente de Juárez es muy amable, me siento como si tuviera un par de años ya viviendo aquí, pero apenas son unos meses”, expresó.