Destreza manual, el secreto de Faurecia
Produce 1,500 kits de fundas para asientos, gracias a su uso intensivo de mano de obra
Produce 1,500 its de fundas para asientos, gracias a su uso intensivo de mano de obra
HUEJOTZINGO, PUE.- La firma francesa Faurecia eligió esta ciudad para instalar una planta y producir fundas para asientos automotrices. Lo hizo porque la confección es una operación intensiva en mano de obra, que requiere precisión y un costo competitivo. Estos atributos los encontró en México.
En esta planta trabajan 1,200 operadores en la confección de fundas para los asientos de los modelos Mercedes Benz Clase M, Buick Lacrosse y Nissan Rogue, dijo Pierre Calmus, director general de la división de asientos de Faurecia en México.
Los pedidos llegan con dos o tres semanas de anticipación. A partir de las peticiones, se encarga la materia prima a proveedores de México, Estados Unidos, Europa y China.
El vinilo llega de Alemania, el textil de Europa y Estados Unidos. En México, la rma compra un poco de tela y vinilo, así como toda la piel, con proveedores de León, San Luis Potosí y Saltillo, detalló el directivo durante un recorrido.
La producción arranca con el corte del material. Esto se hace en cortadoras automáticas (marca Lectra) que optiman el acomodo de las piezas y reducen el desperdicio del material.
Todas las piezas se clasi can en cajas dependiendo de la parte de la funda a la que serán destinadas: cabezales, asiento de conductor, copiloto o trasero.
Posteriormente, las cajas se mandan al área de costura, compuesta por 19 líneas de producción, cada una está dedicada a una parte del asiento. Los operadores unen las piezas con la ayuda de máquinas de coser, cuyas agujas son más gruesas que las que se usan en la confección de prendas. Hacerlo requiere de destreza manual y rapidez, pues no solo se trata de unir las piezas sino de hacer diversos diseños con el hilo, como rombos o líneas dobles.
En esta instalación se fabrican 1,000 versiones distintas de fundas. Tan solo para Mercedes Benz hay 700 variaciones, dependiendo de la combinación del material, color y el diseño de la costura.
Todas las fundas se exportan a diversas plantas de Estados Unidos. Por ejemplo, las de Mercedes Benz se mandan a otra planta que Faurecia tiene en Alabama, donde se arman los asientos, que a su vez se entregan a la planta que la armadora tiene en el mismo estado.
En esta planta diariamente se cosen 1,500 kits de fundas. Producir en Puebla es seis veces más barato que en Estados Unidos, pues México ofrece costos de mano de obra más bajos, dijo Calmus.
En septiembre, Faurecia inauguró una nueva planta, también en Huejotzingo, para producir 125,000 asientos para el modelo Frontier que se ensambla en la planta de Cuernavaca de Nissan.†