Cuando la administración de riesgos crea valor
Contar con la información suficiente para la toma de decisiones, puede traducirse en un soporte para la gestión eficaz del capital de la organización
La administración de riesgos es una práctica que ha cobrado gran relevancia en las empresas, organizaciones e instituciones de todas las industrias a nivel global, y México no es la excepción. Cada vez son más los reguladores que dirigen sus esfuerzos a estas prácticas, las cuales monitorean, de acuerdo a su grado de adopción, cumplimiento y efectividad.
Organismos como el Consejo Coordinador Empresarial (CCE), invitan a las organizaciones a adoptar estas prácticas para crear valor, haciendo énfasis en la identificación, administración, control y revelación de los riesgos a los que se encuentran expuestas.
Así, han mejorado su enfoque de administración de riesgos haciéndolo cada vez más integral. Consejeros y reguladores entienden que tomar riesgos es parte de hacer negocios, pero preocupados por no caer en una falsa sensación de seguridad, consideran que con un enfoque robusto de administración de riesgos, inclinado a la cuantificación y revelación constante del grado de exposición de la organización, puede ayudar a crear valor, mitigar el impacto de eventos imprevistos y ayudar a tomar mejores decisiones.
Pero, ¿cómo es que la administración de riesgos crea valor? Conceptualmente, es un proceso ejecutado por toda la organización, que permite a su Consejo asegurar que se estén evaluando adecuadamente los riesgos, no sólo financieros, sino todos los que puedan afectarle de manera interna o externa y que, por consiguiente, dificulten la maximización del rendimiento esperado de sus accionistas.
El valor conceptual que ofrece su adopción es contar con la información suficiente para una adecuada toma de decisiones, así como estar preparados para afrontar la incertidumbre y que esto se traduzca en un soporte para la administración del capital.
Adicionalmente, es importante entender cómo el modelo de negocio y su perfil de riesgo se deben alinear para establecer sus objetivos, saber cuáles son los que se necesitan aceptar para obtener una ventaja competitiva y generar beneficios, pero también comprender cuáles son los riesgos y límites que no están dispuestos a asumir y que deberán controlarse.
La estrategia que se establezca tendrá el potencial de incrementar el valor de la organización en distintas formas. Una se encontraría como resultado de la disminución en la exposición al riesgo de la organización, reduciendo la probabilidad de enfrentar problemas financieros o necesidades de liquidez no previstas, generando una optimación en los costos de provisionamiento, conflictos con proveedores y terceros.
Con una administración de riesgos, también se puede crear valor al ser un agente de cambio dentro de las organizaciones; esto se logra al enfocar la estrategia hacia el control de los riesgos de alineación del negocio. La información abre la posibilidad de formular mejores estrategias y optimar los modelos de negocio.
Estos cambios se logran a partir de los procesos de toma de decisiones, analizando posibles cambios de cómo deberían tomarse, así como cuándo y quién debería tomarlas. También al saber hacia dónde van dirigidos los incentivos para que estas decisiones, con base en los nuevos enfoques, se lleven a cabo.
Cuando se optima el modelo de negocio, se puede lograr un cambio en la ecuación de riesgo-rendimiento de los productos y los servicios ofrecidos, potencializando nuevos y mejores resultados.
Para que las organizaciones creen valor con su administración de riesgos, requieren que las estrategias se eleven a un nivel de Consejo, reconfigurando su percepción de dicha gestión como una herramienta para analizar el nivel de innovación, así como las posibles afectaciones, y no limitar su función al análisis de eventos negativos.
Este tipo de gestión tiene el potencial de crear valor en las organizaciones, siempre alineada a su percepción de valor reflejado en sus estrategias, su modelo de negocio y a la visión a futuro. Por ello, es importante que la función continúe su proceso de madurez y refleje el perfil de riesgo de sus accionistas, para así contribuir a la creación de innovación y desarrollo de estrategias asertivas con base en información confiable. †
“La información abre la posibilidad de formular mejores estrategias”.