Hidrocarburos: retos y oportunidades
La producción compartida luce atractiva para el inversionista, ya que, dependiendo del rendimiento del proyecto, este se convertirá en dueño de los hidrocarburos
Con la significativa baja en el precio del petróleo suscitada semanas atrás, resultará complejo el reto del gobierno mexicano, que tendrá que evitar el potencial desánimo del inversionista. No obstante, incluso en las proyecciones más conservadoras, se sugiere que la caída del petróleo ya tocó piso, y que el efecto de desplome será temporal.
De ser así, considerando el modelo mexicano como una réplica de las mejores prácticas en el sector a nivel mundial, la realidad es que la idea de entrar en la competición aún luce sumamente atractiva.
Durante diciembre de 2014, la Comisión Nacional de Hidrocarburos (CNH) publicó la primera convocatoria de licitación para la ejecución de actividades de
(E&E) Exploración y Explotación de hidrocarburos. En este primer proceso, se prevé el otorgamiento de 14 áreas contractuales situadas en el Golfo de México, exclusivamente para el desempeño de dichas actividades en aguas someras.
CONTRATOS DE PRODUCCIÓN COMPARTIDA
La Reforma Energética prevé diversos tipos de contratos petroleros. Para este primer proceso, la se
CNH inclinó por elegir la modalidad del contrato de producción compartida (CPC), opción que indudablemente luce atractiva para el inversionista, ya que, dependiendo del rendimiento del proyecto, este se convertirá en dueño de los hidrocarburos extraídos, una vez conferida la proporción en especie que el Estado le requiera, según los términos del acuerdo.
Este contrato es similar al modelo aplicado en otros países, lo que puede representar una ventaja para el nuevo inversionista, ya que la terminología no le parecerá del todo desconocida.
Para los capitales que están por llegar al sector energético, será importante digerir la idea, porque, si bien en aguas someras el grado de éxito es potencialmente alto, hay dos hechos que deben considerarse: primero, que la inversión será bajo su propio riesgo, y segundo, que los ingresos a percibir no se verán reflejados sino hasta el momento de la producción real, hecho relevante al considerar que el retorno sobre la inversión se da en el mediano o largo plazo.
Es grato encontrar controles realmente atractivos en el proceso de licitación, en el entendido de que el gobierno tiene la firme intención de demostrar a los inversionistas que existirá transparencia en la adjudicación e incluso en el manejo de las finanzas de los proyectos.
Otro reto ambicioso es también la potencial burocratización de las agencias encargadas del monitoreo de la buena ejecución de la licitación. De darse una puesta en marcha exitosa, será tema digno de aplauso.
CUATRO REQUISITOS FISCALES QUE DEBE REUNIR UN CONTRATISTA
“La realidad es que la idea de entrar en la competición aún luce atractiva”.
En primer lugar, debe ser residente scal en México; en segundo, tener como objeto único las actividades de extracción y exploración de hidrocarburos; el siguiente es no tributar bajo régimen opcional de grupos de sociedades, y por último no contar con adeudos scales.
La carga tributaria que tendrán los contratistas ya estaba clara desde la publicación de la Ley de Ingresos Sobre Hidrocarburos (LISH), ahora solo están siendo confirmadas.
Estos deberán enterar mensualmente, de forma similar a la mecánica seguida en los pagos provisionales de
ISR, una cuota contractual en fase exploratoria, regalías, un impuesto por actividades de extracción y explotación y, además, un porcentaje de la utilidad operativa.
Si bien diversos sectores se pronuncian a favor de una postergación de las siguientes rondas para esperar un mejor panorama para la industria energética, debemos considerar que, mientras algunos grupos toman esta decisión y se quedan estáticos, otros están
data room actuando y ya solicitaron acceso al de los campos de aguas someras, apegándose a su plan inicial. Sin duda esto jugará a su favor ante un esperado panorama de repunte en el precio del barril de crudo a finales de 2015. †