Autos autónomos, el futuro de la industria
Se prevé que para 2016, los vehículos posean dispositivos que permitirán regular el frenado y la aceleración en caso de tráfico intenso
La evolución tecnológica de los automóviles y camiones continúa, no sólo en lo referente a la mejora de los motores y transmisiones— que hacen mucho más eficiente el consumo de combustible—, o en el desarrollo de baterías y motores eléctricos que se incorporan a los vehículos híbridos o 100% eléctricos, ahora la ambición de las armadoras radica en la autonomía en la conducción.
Una de las primera compañías en dar a conocer sus planes al respecto fue la empresa de tecnología Google, quien sorprendió a los amantes de los automóviles al lanzar un prototipo de vehículo de conducción autónoma.
Posteriormente a este anuncio poco común, al provenir de un líder en tecnologías de comunicación y búsqueda en la red, firmas como Nissan, Volvo y Toyota, en alianza con Google, comenzaron a explorar el terreno de los autos autónomos.
Después de ello, muchas armadoras automotrices trabajan en el diseño y creación de vehículos que se manejen solos, donde los sensores integrados a sistemas de proximidad y la precisión geoespacial son piezas clave para el desarrollo de esta tecnología.
La evolución de sensores de proximidad, radares que detectan el movimiento, cámaras que detectan imágenes en la oscuridad y otra serie de dispositivos de tecnologías avanzadas, permiten que los grandes líderes mundiales se atrevan a decir que en no más de 10 años tendremos disponibles vehículos que se manejen de forma autónoma.
El tema está en pleno desarrollo. De hecho, uno de los líderes mundiales de la industria automotriz más respetados, Carlos Ghosn, CEO de la alianza RenaultNissan, comentó durante el Mobile World Congress de Barcelona, que visualiza la introducción de vehículos de conducción autónoma en tres etapas.
La primera será en 2016 con dispositivos que permitirán regular el frenado y la aceleración en caso de tráfico intenso.
La segunda fase iniciará en 2018, cuando los vehículos tengan la capacidad de desplazarse solos por las carreteras, con la ventaja, incluso, de cambiarse de carriles.
Posteriormente y sin comprometer una fecha para la tercera, vendrá una tecnología que pueda enfrentar situaciones de manejo más complejas.
Para hacer esto posible, se requiere un intenso trabajo en la promoción y aplicación de políticas públicas que permitan tener un marco legal para la incorporación ágil de estas tecnologías.
Imaginemos las ventajas que esto traerá a nuestras vidas diarias: podríamos eliminar al 100% los accidentes automotrices, como lo menciona Volvo en uno de sus videos corporativos, donde promociona el futuro cercano del manejo autónomo.
Además, las empresas responsables del manejo de carga y pasaje podrán tener trayectos más seguros y eficientes, logrando una logística mejor planeada, con tiempos de desplazamiento y entrega precisos.
Así, podríamos olvidarnos de las pipas de gas que se voltean en las carreteras, a causa de conductores irresponsables que exceden el límite de velocidad permitido o los accidentes en transportes de pasajeros que cobran miles de vidas en todo el mundo, y principalmente en nuestro país, debido a conductores negligentes que por ganar un poco más, manejan en condiciones de cansancio excesivas.
Gracias a la tecnología de conducción autónoma, seríamos testigos de la evolución tecnológica más importante desde la invención del automóvil en 1886 por Gottlieb Daimler, lo que cambió la movilidad en el mundo moderno.
Ahora será posible viajar a cualquier hora sin temor a dormirse en el camino, se podrán programar los viajes por carretera con una precisión muy exacta del tiempo que tomará un determinado trayecto, lo que antes no se había experimentado, y también seremos testigos de la eliminación de la principal causa de muerte en nuestro país, los accidentes viales…
Claro, esto sucederá sólo hasta que todo el parque vehicular sea obligado a utilizar estas tecnologías.†
“La evolución tecnológica más importante desde la creación del auto”.