La filosofía japonesa de Bridgestone
La fabricante de llantas opera en Morelos bajo el lema nipón de ‘ser el mejor’
La fabricante de llantas opera en Morelos bajo el lema nipón de ‘ser el mejor’
CUERNAVACA, MORELOS.- En lo alto de la planta se lee la frase ‘dan totsu’, dos fonemas japoneses que se traducen como ‘el mejor’ o ‘ser el mejor’. La frase se repite en varias áreas de la nave pues, según el gerente de operaciones, esta es la filosofía de guía el trabajo en esta instalación, la cual trabaja 24 horas, de lunes a domingo.
Aquí trabajan 1,067 personas en distintos turnos, quienes buscan confirmar diariamente el lema omnipresente en la factoría, la cual ya está al nivel de las que la firma opera en Japón.
De hecho, entre las 50 plantas que Bridgestone tiene en el mundo, la de Cuernavaca es la segunda más productiva en Norteamérica —por debajo de otra en Estados Unidos— y la quinta a nivel global.
Ubicada a un costado de Galerías Cuernavaca, tiene 100,000 metros cuadrados destinados a áreas productivas. En 2009 sufrió su última expansión, pasando de un volumen de producción diario de 15,000 a 21,000 neumáticos, explicó durante un recorrido José Luis Torres, gerente de operaciones de la planta.
Las líneas de producción son flexibles, lo cual significa que lo mismo sirven para hacer neumáticos rin 13, que para los rin 22, los cuales se mandan a diversas plantas armadoras de autos compactos, pick ups y SUV’s, en el continente Americano.
Una llanta se construye a partir del ensamble de varias partes, entre las cuales están la banda de rodamiento, el cinturón estabilizador, las cejas y la cuerda textil. Todas se fabrican por separado y luego se integran en el área de armado.
Sobre un tambor se colocan los materiales, entre ocho y 12 dependiendo del tipo de tecnología. Primero van los costados —los cuales llevan las especificaciones del producto—, luego se aplica una capa selladora cuya función es evitar fugas de aire, y la cuerda textil, que da cuerpo a la llanta. Estas tres capas van preensambladas.
A la llanta ‘cruda’ se le coloca la banda de rodamiento, que va en contacto con el piso. Posteriormente, la rueda pasa al área de vulcanizado donde se coloca en un molde, que está a una temperatura de 174ºC. Ahí permanece 14 minutos, tiempo suficiente para que todos los componentes se integren y para que la banda de rodamiento tome los dibujos del molde.
Al final y al inicio de la jornada, cada operador es responsable de limpiar la máquina que tiene a su cargo. Esto además de ser un mantenimiento preventivo, permite visualizar de inmediato cualquier desgaste o falla.
En 2014, Bridgestone produjo en esta planta 6.6 millones de unidades, 60% se envió a las armadoras que operan en México (equipo original), 20% al mercado de repuesto y el resto a la exportación.†