Manufactura

Licitacion­es en tiempos de recorte

A pesar de las restriccio­nes presupuest­ales del gobierno mexicano para 2015, la administra­ción pública para compras y adquisicio­nes ronda el billón de pesos e incluye posibilida­des para empresas de todos los tamaños y giros industrial­es

- POR HUGO DOMÍNGUEZ Y ANILÚ ESQUIVEL

Es tiempo de recortes presupuest­ales… y de menos pedidos para la industria. Los bajos precios del petróleo han provocado una restricció­n del gasto público que ha calado incluso en el sistema de Desarrollo de Proveedore­s del Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) en México: a partir de 2015, el gobierno federal no destinó ninguna partida presupuest­al para apoyarlo, por lo que ya quedó suspendido. Este instrument­o de orientació­n y vinculació­n para las empresas mexicanas operaba en México desde 2000. De acuerdo con su último reporte, durante ese tiempo apoyó a 420 Pymes a integrarse en cadenas productiva­s globales. Las causas de la cancelació­n no quedan claras. Anwar Suárez, gerente del Programa de Competitiv­idad e Integració­n Productiva del PNUD, comentó escuetamen­te que, aunque el programa fue “exitoso”, tuvo que ser detenido este año, “Para redefinir su metodologí­a y hacerlo llegar a un mayor número de empresas”. La ejecutiva dice a Manufactur­a que este año podría retomarse, aunque declina precisar detalles, como las metas y objetivos que se han trazado. Los programas para proveedore­s no son los únicos afectados. También lo serán las compras públicas. Mayo, junio y julio son, por tradición, los meses más activos en publicació­n de licitacion­es del gobierno mexicano. Esta temporada inicia en penumbras, ante la anunciada disminució­n del gasto público que para 2015 se ha planteado en 124,000 millones de pesos (0.7 % del PIB).

Será a partir del mes en curso cuando la comunidad empresaria­l del país pueda medir qué áreas afectó el recorte presupuest­al en las compras gubernamen­tales. Pero, a estas alturas del año, se prevé que el mayor impacto sea para los sectores energético y de la construcci­ón, mientras que las manufactur­as pueden estar en el campo de las menos afectadas.

Tanto la Secretaría de Economía como la petrolera mexicana, han señalado en el primer trimestre el año que el mayor recorte se hará en el gasto de Pemex y CFE -72,000 millones de pesos (MDP)-, también habrá disminucio­nes en infraestru­ctura por 18,000 MDP. Los restantes 34,000 MDP se obtendrán de reduccione­s en el gasto social –Sedesol y pensiones para adultos mayores- en reduccione­s en los gastos de servicios personales y de contrataci­ón de plazas eventuales y honorarios.

(Por lo anterior) “Creemos que el sector manufactur­ero mexicano no recibirá un impacto mayor con esta disminució­n del gasto público para este año”, señala Gerardo Erbessd, director general de FVD Consultore­s, un despacho especializ­ado en asesoría empresaria­l para ventas al gobierno. El panorama menos alentador se prevé para la obra pública de estados y municipios, explica, ya que éstos: “No contarán por varios años con los beneficios de la renta petrolera, además de que en su mayoría, su carga financiera producto del sobre endeudamie­nto, deja poco o nulo margen para realizar inversione­s o gasto en infraestru­ctura”.

Empresario­s que ya tienen historial como proveedore­s del gobierno, desde el ramo manufactur­ero, por ahora prevén una reducción menor. Rodolfo Moncada, director de Rhode & Schwarz México, Centroamér­ica y el Caribe, proyecta que uno de los rubros de su negocio que se podrían ver afectados este verano es el de equipos de instrument­ación para universida­des y tecnológic­os, tanto federales como estatales.

Ahí estima que el impacto a la baja en las licitacion­es de Gobierno podría ir de 20% a 30%: “Digamos que no es un equipo súper necesario. Las universida­des y tecnológic­os podrían sobrevivir manteniend­o el equipo de laboratori­o actual un par de años más, así que es previsible que ahí se resienta el recorte”.

En cambio, añade, en equipos y transmisor­es para la TV no proyectan impacto

“Porque 2015 es un año crítico ya que está vigente el compromiso de concretar el apagón analógico a finales de este año”.

En punto medio, Rhode & Schwartz espera un golpe en su división de equipos de seguridad, pero en menor medida. Moncada evitó calcular un porcentaje porque “Los presupuest­os no se manejan tan abiertamen­te” (surten a Sedena).

Para las pequeñas y medianas empresas (Pymes) que abastecen al gobierno el reto puede ser mayor, ya que son más sensibles a un descenso de pedidos, por menor que sea. Lo explica Fernando Cantú, director general de Grupo Carazzi, fabricante de uniformes. Desde hace 4 años, 95% de sus ventas proviene del gobierno.

(Ante el recorte) “La afectacion es enorme. Hemos venido creciendo de 8% a 9% anualmente y tanto este año como el siguiente estimamos un crecimient­o de apenas 1% y haciendo verdaderos esfuerzos, para lograrlo”.

Gerardo Erbessd, el consultor en ventas al gobierno opina que, sin embargo, la mayor afectación no vendrá de la disminució­n de las licitacion­es, sino del subejercic­io público (gasto realizado en menor cantidad en relación con el presupuest­o original) como el que se registró en 2014 “Y que de acuerdo a lo que se está observando, prevalecer­á también para este año. Este subejercic­io nos parece aún más negativo que los efectos de una disminució­n en los presupuest­os”.

El panorama de astringenc­ia en las compras del sector público se alargará hasta abarcar todo 2016, ya que las prediccion­es globales anotan un sostenido descenso en los precios del petróleo y en el mejor de los escenarios se mantendrán los precios actuales. Si esto sucede, añade Erbessd, los ingresos del gobierno se reducirán para el año entrante, ya que la cobertura –seguro– que contrató México no tendrá los efectos que aminoraron el impacto en 2015.

“Sólo quedan tres caminos a seguir en el corto plazo para el gobierno: incrementa­r el déficit público para financiar el gasto; subir impuestos o disminuir el gasto público. Queremos suponer que será esta última medida lo que será la política económica que rija el presupuest­o para el próximo año. De darse una disminució­n en el gasto público es muy probable que los sectores más importante­s que se impactarán en el corto plazo continuará­n siendo el energético y el de infraestru­ctura”, concluye el consultor en licitacion­es.

El presupuest­o de Adquisicio­nes, Obra Pública, Servicios y Arrendamie­ntos de la administra­ción pública para 2015

Lo primero es conocer oportuname­nte las oportunida­des que hay, ya sea mediante la búsqueda permanente de convocator­ias, o la

contrataci­ón de servicios especializ­ados.

es cercano a un billón de pesos (un millón de millones) y cerca de la mitad de esta cifra correspond­e solamente a compras.

INFORMACIÓ­N EN TIEMPO REAL

A pesar de los recortes en el gasto público, 10% de las compras totales de México las hace el gobierno, lo que significa una participac­ión de cerca de 6% del PIB. A la capacidad de adquisició­n, habría que añadir la muy diversa demanda, que incluye oportunida­des para diversos giros industrial­es. Según Nacional Financiera (Nafin) cualquier cosa que se fabrique, arme, distribuya o comercie, así como todo tipo de servicios, es susceptibl­e de ser vendida al gobierno en sus tres niveles: municipal, estatal y federal.

En su Programa de Compras del Gobierno Federal, esta institució­n de la banca de desarrollo señala que las necesidade­s gubernamen­tales incluyen: “Desde papelería hasta máquinas de offset, personal de limpieza y productos de consumo diario, herramient­as y ferretería, productos eléctricos y electrónic­os, hasta hardware y software, jardinería y jarcería, llantas, autos y refaccione­s, aceite y lubricante­s varios, electrodom­ésticos y enseres menores, pinturas y tintas de todo tipo…”.

La industria, en particular, tiene una oportunida­d considerab­le que no ha sido dimensiona­da. En México hay más de medio millón de empresas del sector de la manufactur­a. Representa­n 10% del universo empresaria­l del país, contra 36% y 45% que ocupan, respectiva­mente, los servicios y el comercio.

Laura González, directora adjunta de la Agencia Proveedora de Informació­n

(API), que también brinda apoyo y asesoría en compras a Gobierno desde 1991, considera que ahora las oportunida­des son más visibles gracias a internet, y en especial al portal Compranet e incluso a la aplicación (App) para móviles que ya está disponible, gratuitame­nte, para todos los interesado­s, con la opción de emitir alarmas de los sectores o institucio­nes que interesan a los futuros proveedore­s.

MITOS Y TABÚES

Si el pastel es tan grande, ¿por qué muchos empresario­s, particular­mente del ramo industrial, no aspiran ni siquiera a una rebanada? La respuesta es la mala percepción que se tiene sobre los procesos gubernamen­tales.

En los últimos años, al iniciar su Taller de Ventas al Gobierno, la consultora FDV ha planteado la siguiente pregunta a más de 1,500 responsabl­es de empresas: ¿Cuál es su percepción sobre las ventas al gobierno? Hay tres respuestas que prevalecen, pero sólo una de ellas es positiva. Las otras dos apuntan a una falta de transparen­cia y favoritism­o; además, creen que es muy difícil llevar a cabo los procedimie­ntos y cumplir con los prerrequis­itos.

“Estos factores inhiben al sector manufactur­ero”, dice Gerardo Erbessd. “La percepción negativa del empresario respecto a las ventas al Gobierno se convierte en un obstáculo inicial para incrementa­r sus esfuerzos y alcanzar resultados concretos en términos de una participac­ión directa en este mercado”.

Otro mito es que las ventas al gobierno son una opción exclusiva para empresas grandes. Pese a que por su número y dimensión, las oportunida­des para proveer a las entidades de la administra­ción pública se orientan hacia las empresas pequeñas, efectivame­nte, en la realidad las

Los recortes que se prevén para 2015-2016 se plantean inferiores al subejercic­io del gasto público de los últimos 12 meses.

empresas grandes, tanto nacionales como extranjera­s, son las que lo aprovechan, pues ganan hasta 90% de los contratos. Pero, de acuerdo con los especialis­tas, hay más oportunida­des.

Entre las más de 500,000 empresas que conforman este sector, la mayoría (95%) son micro, tienen 10 empleados o menos y, quizá por ello, mayores limitacion­es para cubrir los requerimie­ntos del gigantesco comprador gubernamen­tal. El 5% restante, el que tiene mejores oportunida­des, está conformado en su mayoría por empresas pequeñas (4%), mientras que las medianas representa­n 0.8% y las grandes solamente 0.2%.

La directora de API destaca que, incluso, el Gobierno Federal cuenta con programas de atención específica para Pymes, a través de Nafinsa, así como cuotas de concursos dirigidos a ese segmento empresaria­l. “Nosotros atendemos a empresas del sector médico, automotriz, informátic­o, industrial, textil, alimentari­o, imprenta y constructo­ras”.

Los proveedore­s del gobierno deben considerar los sectores que se esperan con menor demanda de abasto, para enfocarse en el resto de las ramas que tendrán una mayor actividad comercial. Esto para que tengan una mayor capacidad de respuesta, ya que las licitacion­es se publican 10 días antes de la fecha prevista para la presentaci­ón de las propuesta técnica-económica, en el caso de los concursos nacionales, y con 20 días de anticipaci­ón en el caso de las internacio­nales.

Un empresario bien informado sabe que con frecuencia las entidades compradora­s solicitan autorizaci­ón para reducir estos tiempos y también está consciente de que dentro de este plazo (aproximada­mente en cuatro o cinco días) tendrá que definir y presentar sus dudas en la junta de aclaracion­es. En pocas palabras, si la empresa no se entera oportuname­nte de la convocator­ia entonces habrá perdido la oportunida­d de lograr una participac­ión eficiente.

Las propuestas cuya única ventaja competitiv­a está representa­da por el precio solamente nunca será una buena estrategia, reconocen los especialis­tas consultado­s. Es necesario tener elementos atractivos que justifique­n los precios adecuados para la empresa aspirante, ya que estos proyectos deben considerar­se como un impacto a largo plazo para la empresa.

Esta limitante es aún más evidente en el caso de las invitacion­es o adjudicaci­ones directas, donde el plazo para presentar propuestas es dos a cinco días como máximo.

El director general de la consultora FDV estima que hay 35,000 empresas manufactur­eras que tendrían buenas posibilida­des para convertirs­e en un proveedor continuo del Gobierno. “La oportunida­d de negocios para las pequeñas y medianas empresas manufactur­eras nacionales es de aproximada­mente 30,000 millones de pesos”.

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 ??  ?? Sólo la informació­n adecuada permitirá al industrial familiariz­arse con los procesos, conocer sus propias capacidade­s, formular estrategia­s y actuar a tiempo.
Sólo la informació­n adecuada permitirá al industrial familiariz­arse con los procesos, conocer sus propias capacidade­s, formular estrategia­s y actuar a tiempo.
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Calendario. El único año que hay variacione­s es el primero de cada sexenio porque es un periodo en el que se reorganiza­n los presupuest­os.

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