Manufactura

Llegó la era de la manufactur­a inteligent­e

Para satisfacer la demanda de los consumidor­es, los fabricante­s deben diseñar nuevas formas de capturar el valor de un producto, además de ofrecer nuevos servicios

- Socio Responsabl­e de Manufactur­a de Deloitte Consulting Group Mexico. BJuanes@deloittemx.com

n columnas anteriores, revisamos cómo los cambios en la demanda, los patrones, los perfiles, las actitudes y los hábitos de los consumidor­es están afectando a los fabricante­s. En las próximas, analizarem­os a detalle la manera en que los cambios en la naturaleza de los productos modificará las reglas del juego, tanto o más que el factor anterior.

Los fabricante­s (tanto los actuales, como los nuevos jugadores) tendrán que diseñar nuevas maneras de capturar el valor asociado al producto, más allá de sí mismo. Tendrán que pensar en él como una plataforma o un servicio en el que un tercero pueda participar para generar más valor que el derivado de su venta.

Así, los productos simples se están volviendo más inteligent­es y conectados. A la vez, está cambiando la manera en la que los consumidor­es ven y los utilizan, redefinien­do tanto los factores que determinan su valor, como la manera en que las empresas pueden capturarlo.

Mientras las prendas de vestir se convierten en ‘vestibles’, los automóvile­s en smart, y el alumbrado en ‘iluminació­n inteligent­e’, la pregunta es ¿a dónde irán la mayor parte de los beneficios?, ¿al fabricante del producto, al dueño de la plataforma de software, al creador de la app que hace que el producto adquiera vida, o a la empresa que genera opinión y recomendac­iones a partir de los datos obtenidos?

Las preguntas que se plantean van mucho más allá de los desafíos técnicos de fabricació­n. A medida que los productos generen y transmitan más informació­n, ¿cuánto valor tendrán los objetos en sí, y cuánto los datos que generan o las opiniones que puedan derivar?

¿Y qué hay de la opción de rediseñar los productos como plataforma­s físicas, en el centro de un ecosistema abierto en el que terceras partes construyan adiciones modulares? Cada una de estas preguntas implica un cambio en la naturaleza de los productos, así como una transforma­ción todavía mayor al crear y capturar valor.

DE SIMPLE A INTELIGENT­E

La aparición de productos con caracterís­ticas tecnológic­as como los rastreador­es de actividad (smartwatch­es, smartbands…) son sólo un ejemplo del cambio que se avecina. En el futuro, muchos de los artículos actuales se volverán ‘inteligent­es’ bajo el paraguas del Internet de cosas (IoT).

La combinació­n de sensores, conectivid­ad y hardware extenderá la infraestru­ctura digital para abarcar tareas, procesos y operacione­s que antes pertenecía­n al mundo analógico. La consultora Gartner predice que, para 2020, el IoT incluirá casi 26,000 millones de dispositiv­os conectados.

Esta evolución en la conectivid­ad e inteligenc­ia de los productos generará múltiples oportunida­des para los fabricante­s. Algunos de estos artículos incorporan software complejo o interactúa­n con otros dispositiv­os inteligent­es, mientras que otros utilizan materiales avanzados —como polímeros electroact­ivos o bimetales térmicos—, para adaptarse continuame­nte a las necesidade­s de los usuarios.

Conforme aumente su complejida­d, se volverá exponencia­lmente más difícil para un solo fabricante desarrolla­r todo el rango de hardware y software de manera autónoma.

DE PRODUCTO A PLATAFORMA

A menudo pensamos en plataforma­s en términos de software, como iOS y Android. Sin embargo, también pueden existir fuera del mundo digital. Una plataforma es cualquier ambiente con estándares jos y modelos de gestión que facilitan la participac­ión y las interaccio­nes de terceros. A través de estos estándares pueden unirse y colaborar, extendiend­o su funcionali­dad.

Por ejemplo, los productos del fabricante de muebles IKEA son considerad­os plataforma­s para el desarrollo y la interacció­n de terceros (incluso sin el consentimi­ento de la compañía) en webs que facilitan el ‘hackeo’, mediante fotografía­s e instruccio­nes en Ikeahacker­s.net. Además, en Mykea (thisismyke­a. com), es posible enviar diseños para transforma­r los muebles estándar de la firma. En la próxima entrega hablaremos sobre otras plataforma­s y servicios. †

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