Talento contra la automatización
Si la digitalización amenaza con eliminar millones de empleos, las universidades quieren formar egresados con mayores competencias.
Para su primer robot, Juan Pablo compró un Batimóvil de juguete, lo desarmó completamente, le añadió otros dispositivos y planteó un nuevo desafío: encontrar la salida a un laberinto en el menor tiempo posible.
:O [¥_cW\O RS 8cO\ >OPZ] ;O`bØ\Sh V]g ZØRS` RS ZO `[O TO bricante de robots Automatische Technik, completó el reto en 37 segundos, durante una competencia en el primer semestre de la carrera de Ingeniería en Mecatrónica. El segundo lugar lo logró en 51 segundos. “Ese fue un momento muy motivante, y, aunque no había un premio, fue una experiencia. No solo generé movimiento, sino que la máquina fue capaz de interpretar lo que pasaba, procesarlo y tomar una decisión”, dice el ingeniero.
Para el segundo semestre, Juan Pablo decidió participar en más concursos y ganar dinero. Encontró una competencia en Querétaro, en la que el robot debía escalar una cuerda. El concurso implicaba que el aparato caminara, encontrara la cuerda, subiera, bajara y se retirara.
Juan Pablo trabajó durante meses en ese dispositivo, con la ayuda de un tío abuelo inventor. Sin embargo, un imprevisto los frenó. “Los organizadores pidieron al equipo de alpinismo que les diera la cuerda, y les dieron una cuerda vieja que estaba estirada en algunos puntos, por lo que el diámetro cambiaba”, recuerda.
Ese detalle cambió todo. El robot estaba diseñado para un solo diámetro. No pudo superar el reto y el joven estudiante de ingeniería reprobó la materia.
Sin embargo, ese fracaso terminó por dar pie al primer intento serio de Juan Pablo Martínez por resolver necesidades con la robótica: unos años después creó un aparato que pudiera limpiara las dS\bO\Oa RS c\ SRWQW]
La idea no prosperó y el emprendedor volteó a ver las necesidades que tenían algunas empresas manufactureras en materia de robótica, como, por ejemplo, un proceso de empaque mucho más SQWS\bS 4cS S\b]\QSa _cS Q][S\hÚ O TOP`WQO` P`Oh]a W\Rcab`WOZSa
En eso se enfocó y, en la actualidad, sus robots empacan cervezas en las plantas de la empresa cervecera Cuauhtémoc Moctezuma Heineken. Para Juan Pablo Martínez, parte de este logro obedece al apoyo que obtuvo de su escuela, el Tecnológico de Monterrey, que O ZO TSQVO ZS TOQWZWbO Sa^OQW]a _cS cbWZWhO Q][] ]QW\O
Sin embargo, la vinculación con la escuela no terminó ahí: ahora trabajan de la mano para asentar los conocimientos prácticos de los alumnos. Por ello, hay una propuesta para llevar 10 centros de su empresa a algunos campus del Tec, para impartir talleres de robótica industrial. “En cualquier universidad de México, y casi del extranjero, los alumnos saben qué es un robot, pero no cómo hacerlo, y eso es lo que estamos tratando de cambiar”, dice el ingeniero.
“(En) la academia lo que falla es que está muy metida en enseñar, en atender a los alumnos y no tienen tiempo de vincularse con la industria”, agrega.
A partir de esa crítica, su empresa, Automatische Technik, ha contratado a siete alumnos universitarios y a uno de preparatoria, quienes trabajan en el desarrollo y armado de los distintos robots y las tecnologías.
El vínculo entre los jóvenes y la empresa de Juan Pablo es un ejemplo de los frutos que puede dar una mayor interrelación entre la academia e industria. Otras universidades están al tanto y buscan hacer lo propio.
3Z W\bS`¤a \] Sa U`ObcWb] / W\WQW]a RS SabS O¦] SZ 4]`] 3Q]\Ú [WQ] ;c\RWOZ E34 ^]` aca aWUZOa S\ W\UZ¤a ORdW`bWÚ _cS ZO W``c^ ción de robots traerá como consecuencia la pérdida de poco más de cinco millones de empleos en el próximo lustro, principalmente en labores repetitivas de administración y manufacturas. En contraste, las ingenierías, la computación y las matemáticas generarán más empleos.