Cadenas de valor globales
Grupo Industrial Saltillo, Nemak y Metalsa basan su expansión global en el eslabonamiento de cadenas de valor y desarrollo de proveedores.
Eduardo Rodarte, director general de la pyme G&H, piensa que es tan simple encadenar a compañías pequeñas con grandes empresas y llevarlas a nuevos mercados, que le parece absurdo que en México no suceda. Mira a la mesa y e insiste con un país que lo hace muy bien: Taiwán. Enumera las variables básicas para ello, que son el acceso a financiamiento, la confianza de una compañía tractora y el apoyo gubernamental.
Pero no sucede. En México hay seis millones de pymes que solo aportan 12% de las exportaciones manufactureras. Los esfuerzos del gobierno son insuficientes o mueren con los cambios de administración. Por ejemplo, la administración actual canceló los recursos que su antecesora le dio entre 2000 y 2012 al Programa de Desarrollo de Proveedores que la ONU tenía en México.
En su lugar impulsó el programa de proveeduría automotriz ProAuto, que, asegura, ha atraído 14,000 millones de dólares en apertura de plantas automotrices. Cuando aún era director general del Banco Nacional de Comercio Exterior, Enrique de la Madrid dijo que el sector aeroespacial tendría un programa similar, pero hasta la fecha la industria sigue esperando. Otro programa federal es el Modelo de Alianza con Compañías Transnacionales (ACT), que, según sus cifras, ha beneficiado a más de 150 empresas. Asegura que, de 2013 a 2015, generó negocios entre pymes y transnacionales por 13,000 mdd.
En México son pocos los casos de firmas mexicanas que eslabonan cadenas globales. Por ello resalta la labor que han hecho Grupo Industrial Saltillo, Nemak y Metalsa, casos emblemáticos del sector industrial que basan su expansión en el eslabonamiento de cadenas de suministro y desarrollo de proveedores. Aquí sus historias.